ACCIDENTE AÉREO

Tragedia de los Andes: a 50 años de la promesa de comer carne humana

Aquel accidente aéreo donde murieron 29 personas, será recordado por siempre, como uno de los hechos que puso en debate hasta qué punto puede llevar la supervivencia.

Recordando el accidente de la Cordillera de los Andes.
Recordando el accidente de la Cordillera de los Andes.Créditos: EFE
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La Tragedia de los Andes ya cumplió su 50 aniversario; fue un impactante accidente donde un avión de la Fuerza Aérea uruguaya, en el que venía un equipo de rugby juvenil junto con sus familiares, se estrelló en medio de la cordillera de Los Andes; orillando a los sobrevivientes a comer carne humana.

En este marco, el pasado 13 de octubre, los sobrevivientes y familiares de los fallecidos en el accidente de los Andes, se reunieron en el Colegio Stella Maris de Montevideo para participar en una emotiva misa que tuvo como fin honrar "la vida".

El sobreviviente de la tragedia de los Andes, Gustavo Zerbino, en la misa del 50º aniversario del accidente.

¿Tragedia o milagro?

En la misa presidida por el arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, destacó la dualidad de esta historia, asegurando que “fue un milagro y una tragedia a la vez”.

En este evento asistieron algunos sobrevivientes como: Antonio Vizintín, Fernando Parrado, Roberto Canessa, Roy Harley o Carlos Páez, con sus respectivos hijos.

¿Qué pasó en el accidente de los Andes?

Luego de que se impactara el avión con toda la tripulación a bordo, el 13 de octubre de 1972; el terror se hizo presente ¿cómo sobrevivir al frío de 25 grados bajo cero sin comida ni agua?

De las 45 personas que sufrieron el accidente, solo 16 sobrevivieron, de los cuales pasaron 72 días en las montañas heladas a la espera de un rescate.

Para sobrevivir, entre los mismos pasajeros acordaron que conforme fueran muriendo, el resto tendría que comer la carne humana de los caídos; esto con el único propósito de seguir con vida.

“Un honor llevar en el cuerpo un poco de nuestros amigos”

El resto del equipo de rugby, fue rescatado casi dos meses después del accidente, y los rumores de que habían asesinado a sus compañeros y familiares, se dispersó rápidamente.

A 50 años del accidente, los sobrevivientes de la Tragedia de los Andes, no se arrepienten de haber tenido que comer la carne humana de sus amigos.