El expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, Premio Nobel de la Paz en 2016 por los acuerdos de alto al fuego firmados con las Farc, consideró que América Latina "está sufriendo un tremendo problema de falta de liderazgo, desde Argentina hasta México. No hay un liderazgo que una, que tenga empatía y genere confianza", señaló en entrevista exclusiva con MVS Noticias.
Además, agregó que "ante esa falta de liderazgo, los extremos siempre prosperan y eso es lo que estamos viendo en todo el continente americano, donde ni siquiera las organizaciones multilaterales están jugando un papel preponderante. por eso creo que donde debemos concentrarnos es en promover liderazgos nuevos que recuperen la confianza de la gente en sus líderes y en instituciones, que también están muy desprestigiadas".
Información relacionada: EU busca \u2018recuperar la confianza\u2019 de México en el Diálogo Económico de Alto Nivel
Santos reiteró que, en ese contexto "México no es una excepción, y por lo tanto", aseguró que "se requiere una capacidad de ponerse en los zapatos de la otra gente, conectarse con ella, eso que se llama empatía”.
La cuestión, observa el político colombiano a su paso por Madrid, es que "en América Latina se ha perdido esa capacidad de generar empatía y eso produce populismos promovidos por el miedo, las mentiras y la polarización", razones por las cuales, considera, "tenemos que hacer una esfuerzo por regresar a esos liderazgos que generen confianza y reconocimiento de la población, porque de otra forma, no vamos a poder resolver los problemas".
Junto a Juan Manuel Santos, la activista pro derechos humanos y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008, Ingrid Betancourt, con quien ha escrito el libro una conversación pendiente, que acaba de comenzar a circular en toda américa latina, señaló a MVS Noticias que una de las peores consecuencias de la falta de justicia que propician los estados corruptos de América Latina es la de la práctica del secuestro, que la propia Betancourt sufrió cuando permaneció cautiva por más de seis años desde que las Farc la privo de la libertad el 23 de febrero de 2002.
Subrayó que "el fenómeno del secuestro es un crimen atroz, porque no tiene fecha de vencimiento y puede alargarse en el tiempo de una persona y afecta a todo el mundo, no solo a la propia persona, sino a su familia, a la comunidad, a un país y a todo el mundo".