La ONU alertó este miércoles 4 de agosto sobre la dramática situación en Líbano a un año de la explosión en el puerto de Beirut, con el país sumido en "una de las peores crisis de su historia reciente", e instó a formar un Gobierno capaz de dar respuestas.
"La economía está en caída libre, las instituciones están sufriendo, los servicios básicos derrumbándose, la sociedad se está fracturando y la población está en extrema necesidad", indicó Amina Mohammed, vicesecretaria general de Naciones Unidas, en una conferencia internacional de ayuda Líbano.
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Como parte del discurso distribuido por la ONU, Mohammed señaló que más de la mitad de las personas en Líbano viven en la pobreza y uno de cada tres ciudadanos está en situación de inseguridad alimentaria.
Datos de las Naciones Unidas indican que casi cuatro millones de personas en Líbano están en riesgo de no tener acceso a agua potable y cientos de miles de niños están en peligro de abandonar la escuela.
La ONU y Líbano
La responsable de la ONU destacó el trabajo que la organización y otras entidades, junto a los donantes, están haciendo para responder a esa situación de urgencia, pero indicó la necesidad de sentar las bases para una recuperación más a largo plazo.
"Los esfuerzos de emergencia por sí solos no van a resolver esta crisis", apuntó, defendiendo la necesidad de que Líbano cuente con un Gobierno capaz de impulsar las reformas necesarias, y confió en que el primer ministro designado, Najib Mikati, pueda formar rápidamente un Ejecutivo que responda a la crisis, tras casi un año con un Gobierno en funciones.
La responsable de la ONU cerró su discurso indicando que "los libaneses merecen instituciones sólidas que ofrezcan ayuda, justicia y formar un Gobierno de interés nacional que pueda impulsar un ambicioso camino de reformas y restaurar la estabilidad, el crecimiento y las perspectivas de un futuro democrático", insistió.