Jacob Zuma, expresidente sudafricano, se entregó a la Policía el pasado miércoles 7 de julio, a poco tiempo de vencerse el plazo impuesto por la Justicia para su detención tras haber sido condenado a 15 meses de cárcel por desacato, por haberse negado a declarar por corrupción.
“El presidente Zuma ha decidido acatar la orden de encarcelamiento. Va camino de entregarse en un centro de los servicios penitenciarios en KwaZulu-Natal“, confirmó la Fundación Jacob Zuma en un comunicado emitido minutos después de que un amplio convoy de vehículos partiera de la residencia de ex jefe de Estado.
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Por su parte, el portavoz del Ministerio de Seguridad sudafricano, Lirandzu Themba, confirmó que el expresidente había quedado bajo “custodia” policial. La decisión de Zuma de entregarse llegó tras varios días de incertidumbre y de varios intentos de su equipo legal de retrasar la entrada en prisión del expresidente.
Condenan a expresidente
Zuma, de 79 años, había sido condenado el pasado 29 de junio por el Tribunal Constitucional del país a 15 meses de prisión por negarse repetidamente a acatar las órdenes judiciales que le obligaban a testificar ante una comisión oficial que investiga la presunta corrupción ocurrida durante su presidencia (2009-2018).
Sentencia
La semana pasada, el Tribunal Constitucional finalmente dictó un castigo de 15 meses de cárcel por el desacato y Zuma tenía hasta el 4 de julio para entregarse voluntariamente, pero dos días antes sus abogados tramitaron de urgencia dos peticiones para intentar bloquear su entrada en prisión.
Aunque a última hora los abogados del expresidente Jacob Zuma, acusado por corrupción, mandaron una nueva carta al Constitucional pidiendo suspender el arresto, finalmente el exmandatario se entregó al filo de expirar el plazo, sin esperar a que las fuerzas de seguridad acudieran a su residencia a detenerlo.