China rechazó las acusaciones de la OTAN de poner en marcha “políticas coercitivas”, y exigió a la Alianza Atlántica que “deje de exagerar la teoría de la amenaza china” e indicó que no se apeará de lo que considera una política exterior y de defensa “legítimas”.
“Exigimos a la OTAN racionalidad a la hora de evaluar el desarrollo de China. Dejen de exagerar la teoría de la amenaza china”, afirmó un portavoz de la Misión de China ante la Unión Europea después de que los líderes de la Alianza Atlántica expresaran su preocupación por la asertividad del país asiático en una cumbre celebrada en Bruselas.
En un comunicado, la legación china instó a la OTAN a “dejar de usar nuestros legítimos intereses y derechos como excusas para crear enfrentamientos artificiales”, y acotó que Pekín va a prestar “especial atención a los ajustes estratégicos” de la organización.
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Declaraciones de China
“China no supone un desafío sistémico para nadie, pero si alguien nos quiere imponer uno no permaneceremos indiferentes”, rebatió el portavoz en velada advertencia de que Pekín no se moverá de sus líneas rojas, sean sus “intereses de desarrollo” o para “defenderse de la intromisión en sus asuntos internos”.
El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, afirmó que China “está aumentando sus capacidades militares” y que “ha continuado con su comportamiento coercitivo”, algo que Pekín no comparte: “Son calumnias para arremeter contra nuestro desarrollo pacífico”, respondió el portavoz.
La OTAN y la Alianza Atlántica
La OTAN exigió a China “actuar de forma responsable” y constató su “creciente influencia”, algo que “puede presentar retos” que la Alianza Atlántica debe abordar. El portavoz chino contraatacó acusando a la OTAN de mantener “una mentalidad propia de la Guerra Fría” y sacó a colación “la tragedia histórica” que supuso el bombardeo de la Embajada de China en la extinta Yugoslavia a manos de la OTAN, que provocó en mayo de 1999 la muerte de tres periodistas del país asiático.
“Nunca lo olvidaremos”, dijo sobre este hecho, considerado por los medios oficiales chinos como un “acto de agresión” por el que la OTAN mantiene aún una “deuda de sangre” con Pekín. En ese sentido, el portavoz de Exteriores, Zhao Lijian, denunció que la OTAN tiene un “doble rasero”: Acusan a otros, pero son ellos quienes traen la guerra al mundo”.
China defiende sus declaraciones
En la cumbre de la OTAN, Stoltenberg criticó a China por “expandir rápidamente su arsenal nuclear” y acusó a Pekín de ser “opaco” a la hora de rendir cuentas sobre su modernización militar.
“Las políticas de Defensa son legítimas y transparentes. Nuestro presupuesto de Defensa para 2021 es de 210,792 millones de dólares, mientras que el de los 30 países de la Alianza juntos es de unos 1,17 billones de dólares, más de la mitad del global total y 5,6 veces el de China”, dijo el portavoz.
La OTAN apuntó que Pekín cuenta “con un mayor número de sistemas sofisticados”, a lo que China respondió que “la cifra de armas nucleares de China no alcanza la magnitud de la que disponen los países de la OTAN, y además China siempre se ha adherido a no disparar este tipo de armamento bajo ninguna circunstancia, indicó el portavoz chino.