El juicio por corrupción contra el expresidente sudafricano Jacob Zuma (2009-2018) quedó este lunes postergado nuevamente, a la espera de que la defensa interponga una petición de recusación contra el fiscal del caso.
Tras más de dos años de aplazamientos y trámites preliminares, la Justicia sudafricana había fijado este 17 de mayo como fecha para dar por fin comienzo al juicio, pero el anuncio de que el nuevo equipo de abogados de Zuma presentará el miércoles una petición de recusación contra el procurador Billy Downer motivó un nuevo retraso hasta el día 26.
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¿De qué se le acusa?
A Zuma se le imputan cargos de asociación ilícita, corrupción, lavado de dinero y fraude tras cerca de 800 operaciones supuestamente fraudulentas relacionadas con un acuerdo de armas millonario firmado a finales de la década de 1990 con Thales.
En concreto, al expresidente se le acusa de haber recibido sobornos con la intermediación de su entonces asesor financiero, Shabir Shaik. La imputación siguió un camino judicial muy complejo durante más de una década hasta que, en marzo de 2018, se le acusó formalmente.
Zuma, que alega que todas las acusaciones contra él son una persecución política, se niega a declarar, motivo por el cual el Tribunal Constitucional estudia actualmente contra él sanciones por “desacato” que podrían suponerle hasta dos años de cárcel. Además de estos casos, el exmandatario tuvo que devolver en 2016 medio millón de euros de dinero público que había usado de forma irregular para reformar su residencia privada.