De acuerdo con una nota de la Presidencia, “los asuntos abordados fueron la adquisición y la fabricación de la vacuna Sputnik V en Brasil, el comercio entre ambos países, la cooperación en la industria defensa y en ciencia y tecnología”, así como el acceso de las carnes brasileñas al mercado ruso.
Junto a Bolsonaro, participaron el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, y el director de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), Antonio Barra Torres, cuyo organismo debe autorizar el uso de la vacuna rusa en el país. En Brasil, la empresa rusa Gamaleya, que desarrolló la vacuna, tiene un acuerdo con el laboratorio Unión Química, el cual incluye transferencia de tecnología y la posibilidad de elaborar el fármaco en el país.
Sin embargo, Anvisa aún no ha autorizado el uso de la vacuna rusa y ha pedido documentos y explicaciones más amplias de las que ya ha recibido para continuar con el trámite. En ese sentido, fuentes oficiales dijeron que tanto el ministro Queiroga como Barra Torres se reunirán en los próximos días con representantes de la embajada rusa en el país, a fin de acelerar el proceso de aprobación de la vacuna.
Aún sin la autorización de Anvisa, el Gobierno brasileño ya firmó el pasado 12 de marzo un preacuerdo para la compra de diez millones de dosis de la vacuna Sputnik V al laboratorio Unión Química, que es de capital totalmente nacional. Según ese acuerdo, Brasil deberá recibir desde Rusia un primer lote de 400,000 dosis hacia finales de abril, otro de dos millones en mayo y las 7,6 millones restantes hacia fin de junio.
Con información de Agencia EFE