El Gobierno de Burkina Faso envió sus condolencias por el asesinato de dos periodistas españoles y un ciudadano irlandés, así como por la muerte de más de una decena de personas en varios ataques terroristas ocurridos en el país en los últimos días.
“Nuestro país conoció en las últimas 72 horas un resurgimiento de actos terroristas“, afirmó el ministro burkinés de Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Ousséni Tamboura. Tamboura se refirió al ataque sufrido este lunes por una patrulla contra la caza furtiva en el eje Fada N’Gourma-Pama, en la Región del Este, que causó “seis heridos, tres personas de nacionalidad extranjera muertas y un burkinés desaparecido”.
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El portavoz gubernamental también aludió a una serie de atentados perpetrados en varios pueblos de la región de Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, donde se registró “más de una decena de muertos”.”El Gobierno presenta sus condolencias a todas las familias en duelo y desea una pronta recuperación a los heridos”.
Burkina Faso padece ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando integrantes de un grupo afiliado a la red Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso en Tambao (norte), que aún sigue desaparecido.
La región más golpeada por los ataques es la de Sahel, aunque la inseguridad se ha ido propagando a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 afecta también al este del país. Los atentados se atribuyen a menudo al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en Mali y Níger.