Human Rights Watch acusó este lunes a las fuerzas de seguridad venezolanas de las ejecuciones extrajudiciales de al menos cuatro civiles, de detenciones arbitrarias y de torturas, entre otros “abusos aberrantes” contra la población del estado de Apure, fronterizo con Colombia.
En un informe, HRW aseguró que “las atrocidades cometidas contra residentes de Apure no son incidentes aislados por agentes insubordinados, sino que son consistentes con los abusos sistemáticos de las fuerzas de seguridad de Maduro“, expresó el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.
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El pasado 21 de marzo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) inició combates en Apure contra grupos irregulares que las autoridades nunca identificaron, pero que la ONG Fundaredes calificó de presuntos disidentes de la disuelta guerrilla colombiana de las FARC.
El conflicto se extendió por casi tres semanas y provocó el desplazamiento de más de 6,000 venezolanos hacia Colombia, según datos de Fundaredes. HRW alega que muchos de los detenidos “no eran miembros de grupos armados”, sino de la población local, después de haber entrevistado a 38 personas que habían huido de Apure, además de a 30 abogados, peritos forenses, líderes comunitarios, periodistas, autoridades colombianas y representantes de grupos humanitarios.