El príncipe Harry y Meghan Markle abrieron una inusual puerta a la vida dentro de la familia real británica en una íntima conversación de dos horas con la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey.
El programa fue emitido en Estados Unidos y la pareja habló de las presiones en el palacio, de racismo, de salud mental y de la dinámica de la familia real.
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Harry explicó que nunca engañó a la Reina cuando anunció su partida y que su familia siempre supo sus planes, incluso cuando su padre dejó de contestar sus llamadas. \u00abCon mi padre la relación no es fácil. Estoy decepcionado con él por su respuesta. Todavía hay mucho dolor, le quiero porque es mi padre y voy a hacer lo que sea por sanar esa relación\u00bb admitió sin dar más detalles, aunque arrojó luz sobre la incómoda dinámica familiar que rodeó su decisión.
Durante el tiempo que Meghan y Harry estuvieron viviendo en Canadá, su padre, el príncipe Carlos, dejó de atender sus llamadas, les retiró su seguridad y les cortó financieramente; viéndose obligados a mantenerse con la herencia que Harry recibió de su difunta madre, la princesa Diana. \u00abCreo que ella lo vio venir. Ella estaría ahora enfadada con lo ocurrido, pero orgullosa de mi decisión\u00bb dijo Harry sobre su madre.
Uno de los momentos más dramáticos de la entrevista fue cuando la periodista preguntó a la duquesa de Sussex sobre algunas de sus declaraciones pasadas, en las que describía su etapa como miembro de la realeza en Reino Unido como algo casi imposible de “sobrevivir”.
“Simplemente ya no quería seguir viviendo”, respondió Markle, explicando que se sintió “avergonzada” de confesárselo al príncipe Harry, su esposo e hijo de Lady Di, por las grandes “pérdidas que ha sufrido”.