La Alcaldía de Río de Janeiro publicó este viernes un decreto en el que establece sanciones para quienes organicen fiestas clandestinas durante el Carnaval, que estaba previsto para este mes pero fue cancelado por la alta incidencia del coronavirus en esta ciudad brasileña.
La norma prohíbe de facto “concentraciones, desfiles de gremios y ‘blocos’ (comparsas callejeras) carnavalescos”, así como cualquier otra “actividad recreativa” con “características comunes” a las anteriores, entre los días 12 y 22 de febrero.
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Tampoco se permitirá el comercio ambulante relacionado con cualquier evento relacionado con el Carnaval, ni la entrada de autobuses u otros vehículos fletados en el municipio, salvo aquellos turísticos, cuyos pasajeros demuestren que tienen una reserva de hotel.
En caso de incumplimiento, las autoridades brasileñas se reservan el derecho de aprehender los “productos, bienes, equipamientos e instrumentos musicales” de los infractores, a los que podrá multar económicamente y denunciar por un delito contra la salud pública.
Por otro lado, en caso de que un gremio carnavalesco sea sancionado por organizar una fiesta clandestina, estará “automáticamente” impedido de participar en el Carnaval de 2022.
Las escuelas de samba y las comparsas callejeras más tradicionales, que suelen reunir en condiciones normales a cientos de miles de personas, ya habían anunciado previamente que no realizarían ningún tipo de presentación por las calles de la capital fluminense.
Esta será la primera vez en los últimos 180 años que no se celebrará el Carnaval de Río de Janeiro, uno de los más famosos del mundo, debido el avance de la covid-19 y la lentitud en la campaña de vacunación.