Los líderes de España, Bélgica, Dinamarca, Lituania y Polonia llamaron a aumentar la capacidad para producir vacunas en la Unión Europea ante los retrasos registrados en el inicio de las campañas de inmunización contra la covid-19, en una carta dirigida al resto de jefes de Estado y de Gobierno comunitarios.
“Nuestro mensaje clave hoy es que necesitamos urgentemente integrar y dirigir estratégicamente nuestra cadena de valor para impulsar las capacidades de producción de vacunas en Europa”, dice la misiva enviada el martes al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y a la que tuvo acceso Efe, en víspera de la cumbre telemática de líderes comunitarios del próximo jueves y viernes en la que se abordará la cuestión.
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Estos cinco países subrayan que el acceso a tiempo a vacunas suficientes “sigue siendo un desafío” y que los problemas en la producción están provocando “importantes retrasos” que, unidos a la emergencia de nuevas variantes del covid podrían “poner en peligro nuestro camino hacia una recuperación total y vida normal”.
En este contexto, abogan por dar apoyo a los productores con sede en Europa en caso de que surjan problemas inesperados en la producción y consideran que “las instalaciones de producción existentes tendrán que ser adaptadas” y que “tendrán que construirse otras nuevas”.
“Esto debería permitirnos proporcionar -también en el futuro- a nuestros ciudadanos en Europa acceso a nuevas vacunas, incluyendo vacunas (con tecnología) m-RNA, cuando sea necesario volver a vacunar o adaptar nuestros programas de vacunación a mutaciones o incluso nuevas pandemias”, dicen en la carta fechada el 23 de febrero.
Esta tecnología del ARN mensajero es la utilizada por las vacunas de Pfizer y BioNTech y por la de Moderna, mientras que la vacuna de AstraZeneca, la tercera autorizada por el momento en la UE además de las dos anteriores, utiliza la tecnología conocida como vector viral, en la que se basa también la inyección desarrollada por Johnson and Johnson, que está pendiente de aprobación.
Madrid, Bruselas, Copenhague, Vilna y Varsovia llaman a los países y la Comisión Europea a trabajar con todos los potenciales productores de vacunas en Europa, a impulsar las colaboraciones público-privadas para aumentar los esfuerzos en investigación y desarrollo; y a “reforzar y adaptar las capacidad de suministro”.
“Deberíamos estar listos para estudiar abiertamente los posibles modos y necesidades para asegurar financiación para facilitar estos esfuerzos”, inciden en la carta.
Subrayan además que atajar los problemas de producción es “crítico” para que la UE pueda apoyar el despliegue de vacunas en el resto del mundo y confían en que los jefes de Estado y Gobierno lancen “el mensaje más fuerte posible de que no hay tiempo que perder”.
“Es necesario un cambio de mentalidad sobre cómo enfocar esta cuestión colectivamente. Esa cuestión estratégica nos concierte a nosotros, líderes, directamente”, dice la misiva firmada por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y sus homólogos belga, danés, lituano y polaco.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, agradeció en la red social Twitter a estos países su “apoyo y compromiso” con el nuevo programa comunitario de biodefensa y preparación ante futuras pandemias, bautizado como HERA, que busca acelerar el desarrollo, producción y autorización de las vacunas en la UE.
Los retrasos en la entrega de las vacunas a la UE, que hasta ahora ha recibido 40,7 millones de los 106 millones que espera obtener en el primer trimestre del año, han puesto el foco en los problemas de producción en el continente, dónde solo hay 16 fábricas con capacidad para producirlas.
Bruselas ha creado un grupo de trabajo para ayudarles a acelerar la tarea y uno de los objetivos es promover el intercambio voluntario de las patentes entre las farmacéuticas para que puedan fabricar los fármacos de otras compañías, como ya está haciendo la francesa Sanofi con las vacunas de Pfizer.