¿Quién es Albert Einstein? Padre de la teoría de la relatividad

En 1921 le concedieron el Nobel de Física, que recibió por sus contribuciones a la física teórica y sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico.

Albert Einstein, maestro en física / Foto: EFE
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Hijo de padres judíos, Albert Einstein nació en la ciudad alemana de Ulm, en 1879 y, aunque como estudiante adolescente no todas las disciplinas académicas eran de su agrado, sí descubrió, gracias a su tío, la pasión por las matemáticas.

En 1921 le concedieron el Nobel de Física, que recibió por sus contribuciones a la física teórica y sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico, y no por su mayor descubrimiento: su teoría de la relatividad.

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Albert Einstein llegó a tener cuatro nacionalidades y falleció en Estados Unidos el 18 de abril de 1955 pero, su pelo revuelto, sus frases, su irreverente fotografía en la que saca la lengua y, sobre todo, su obra aún inconclusa, le han convertido en un auténtico mito.

E=mc2, la equivalencia entre masa y energía, es posiblemente la teoría más popular de la historia, que removió los cimientos de la física y que está considerada la más importante en ese campo desde que, en 1666, Isaac Newton formuló la Ley de la Gravedad.

Retrato de Albert Einstein, físico alemán autor de la teoría de la relatividad / EFE

Hijo de padres judíos

Hijo de padres judíos, Einstein nació en la ciudad alemana de Ulm, en 1879 y, aunque como estudiante adolescente no todas las disciplinas académicas eran de su agrado, sí descubrió, gracias a su tío, la pasión por las matemáticas.

Luego vendrían el álgebra y la geometría y, gracias a su madre, la pianista Pauline, la afición por el violín, al que más tarde llegó de la mano de las sonatas de Mozart a quien le unió una conexión “casi mística”, según su amigo Hans Byland. Graduado en Física en 1900, no le resultó fácil encontrar un trabajo relacionado con su formación académica.

Es más, en 1907 le fue negada una cátedra en Berna (Suiza), donde trabajaba como empleado de la Oficina Federal de Patentes.”A pesar de que (Einstein) postula una interesante teoría en su artículo publicado dentro de ‘Annalen der Physik,’ sentimos que su conclusión con respecto a la naturaleza de la luz, y la conexión fundamental entre espacio y tiempo, son radicales. Sobre todo, encontramos sus afirmaciones más artísticas que físicas”, decía la carta de rechazo.

En 1921 llegó el premio Nobel de Física

Pero fue el 25 de noviembre de 1915 cuando el físico alemán, ya profesor de Universidad y miembro de la Academia Prusiana de las Ciencias, presentó su formulación de la nueva teoría de la Relatividad General en un artículo titulado “Las ecuaciones de campo de la gravitación”, cuyas mediciones fueron ratificadas en 1919 mediante los cálculos realizados durante un eclipse de total de sol.

Obtuvo por ello numerosos premios y distinciones y, en 1921, llegó el Nobel de Física, que recibió por sus contribuciones a la física teórica y sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico, y no por su mayor descubrimiento: su teoría de la relatividad.Lo que dijeron entonces los miembros del comité de la Academia sueca que otorgaron el galardón es que "en última instancia, la relatividad no era física. Trataba de tiempo y espacio, por lo tanto era metafísica. Y la metafísica es filosofía\u2026".

Albert Einstein, experto en teoría física / Foto: EFE

Einstein, el pacifista

Pero además de físico, Einstein destacó también por su carácter pacifista y antibelicista y, por ello, ya tras el comienzo de la Primera Guerra Mundial, se negó a firmar en 1914 el que pasó a la historia como "Manifiesto de los 93", en referencia a ese número de intelectuales alemanes que en esa proclama apoyaron al Káiser Guillermo II justificando las acciones militares antes del conflicto armado.

Asimismo, posteriormente, antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y ante el ascenso del nazismo, Einstein se trasladó a Estados Unidos, donde se nacionalizó, renunció a la ciudadanía alemana y dimitió como miembro de la Academia Prusiana de las Ciencias.

A él se debe la carta que envió al presidente estadounidense Franklin D.Roosvelt de advertencia para adelantarse así a la posibilidad de que Alemania estuviera desarrollando la bomba atómica.

Pacifista hasta su muerte, ya en la conferencia que en 1923 pronunció en España, en la Academia de Ciencias, en un acto presidido por el rey Alfonso XIII, destacó entre otras muchas frases la siguiente: “Si la bomba H es construida verdaderamente, la destrucción total del planeta será puesta al alcance de nuestras capacidades técnicas”.

Icono tras su muerte

Albert Einstein, que llegó a tener cuatro nacionalidades (alemana, suiza, austriaca y estadounidense), falleció en Estados Unidos el 18 de abril de 1955 en Princeton (New Jersey).Su cadáver fue incinerado de acuerdo con sus deseos, pero, sin permiso, el patólogo encargado de su autopsia extrajo su cerebro para su estudio, que determinó que sus lóbulos parietales tenían una morfología atípica, según publicó la revista “Lancet” en 1999.

Sin embargo, el pelo revuelto de Albert Einstein, padre de la Teoría de la relatividad, sus frases, su irreverente fotografía en la que saca la lengua y, sobre todo, su obra aún inconclusa, son algunas de las manifestaciones que han convertido en mito y hacen perdurar la figura del físico alemán.M. Ángeles Martínez.