Al menos 20 trabajadores de la salud en Oregón, Estados Unidos, quedaron varados en la carretera tras una tormenta de nieve.
La sorpresa fue que tenían consigo varias dosis de la vacuna contra COVID-19 que estaban a punto de expirar, así que las usaron y las repartieron a los conductores que también estaban varados en la zona.
El personal médico decidió caminar de carro en carro y ofrecer a los automovilistas la oportunidad de recibir la vacuna, a fin de no desperdiciar ni una sola dosis. Afortunadamente, todas fueron administradas.
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Esto sucedió en la autopista 199, cerca de Hayes Hill, el martes pasado, informó el Departamento de Salud Pública del condado de Josephine.
Las inyecciones estaban destinadas a otras personas, pero “la nieve significaba que esas dosis no llegarían antes de que expiraran”, dijo el departamento de salud.
En una publicación en Facebook, el Departamento de Salud Pública del Condado de Josephine (JCPH) relató la que calificó como una de las "operaciones más geniales" de las que ha formado parte.
Con información de AP y AFP