El presidente de EE.UU., Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, honraron este miércoles a los soldados estadounidenses muertos en combate durante una solemne ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido en el cementerio nacional de Arlington (Virginia).
Este gesto sirve para homenajear a las víctimas de todas las guerras estadounidenses y en honor de las familias de los veteranos, algo que Biden intentó poner en el centro de su campaña presidencial en contraste con la falta de respecto que expresó en ocasiones su antecesor, Donald Trump.
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El sonido de los cañones anunció la llegada al cementerio de los vehículos negros de Biden y Harris, quienes hace poco más de dos horas juraron sus nuevos cargos durante una ceremonia frente a la escalinata del Capitolio.
Al llegar ante la tumba del soldado desconocido, Biden y Harris escucharon el himno estadounidense y permanecieron en silencio durante unos minutos antes de dirigirse juntos hacia la corona de flores colocada enfrente del sarcófago.
Ambos tocaron durante unos segundos la corona, que tenía cintas con los colores blanco, azul y rojo de la bandera estadounidense.
A continuación, los dos escucharon el toque de silencio de una trompeta, sintonía tradicional en honores militares y cuyo origen se remonta a la Guerra Civil estadounidense (1861-1865).
Biden y Harris estuvieron acompañados por sus esposos, Jill y Doug, así como por los expresidentes Barack Obama (2009-2017), George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a sus respectivas esposas, Michelle Obama, Laura Bush y Hillary Clinton.
Esta ofrenda floral forma parte tradicionalmente de la agenda de quienes acaban de asumir el cargo de presidentes y vicepresidentes de EE.UU.
Tres estatuas que representan la paz, la victoria y el valor custodian la tumba blanca del soldado desconocido, marcada por las palabras: “Aquí descansa en honor y gloria un soldado estadounidense conocido sólo por Dios“.
El simbólico camposanto de Arlington fue inaugurado y establecido como cementerio nacional en 1864, durante la Guerra Civil estadounidense, aunque la tumba del soldado desconocido fue construida después de la Primera Guerra Mundial.
El cementerio de Arlington está situado sobre una colina frente a la ciudad de Washington, a orillas del río Potomac en Arlington (Virginia), y en el que yacen más de 400.000 soldados estadounidenses y sus familias.
Las 252 hectáreas del cementerio también acogen diversos memoriales y tumbas como la del presidente John Fitzgerald Kennedy, que descansa junto a sus hermanos Edward y Bob Kennedy y donde arde desde hace 50 años la conocida “Llama eterna”.