Nueva Zelanda rebajará desde el 28 de abril las estrictas medidas de confinamiento impuestas en el país oceánico para evitar la propagación de la COVID-19 y permitirá que se retomen algunos trabajos, anunció el lunes la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern.
Aunque mantendrá durante otras dos semanas el confinamiento para la mayor parte de la población, que rige desde el 26 de marzo pasado, si bien los centros de educación preescolar y las escuelas abrirán sus puertas para las familias que necesitan de estos servicios a partir del 29 de abril.
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Nueva Zelanda, con menos de 5 millones de habitantes tiene actualmente unos mil 400 casos confirmados y 16 muertes por la pandemia de acuerdo con Reuters. El país registra una de las tasas de transmisión más bajas del mundo, de 0.48 % (menos de una persona por día).
Lo que resulta sorprendente es la ralentización en la aparición de nuevos pacientes con COVID-19 y sobre todo el número de fallecimientos desde que inició la pandemia.
Una explicación puede estar en que el gobierno liderado por la primera ministra Jacinda Ardern, que ha tomado decisiones más agresivas que otros países desarrollados, como el confinamiento para toda su población durante un mes y el cierre total de fronteras.
Pero como los expertos señalan, las medidas se tomaron desde una etapa temprana, siguiendo la estrategia de “eliminación” de la enfermedad, en lugar de la “mitigación” que se aplica en otros países. Lo que viene a ser destruir la curva y no solo aplanarla.
Con información de Reuters, EFE, BBC.