Expertos de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), urgieron a los Estados a evitar extralimitar medidas de seguridad en sus respuestas al brote de coronavirus y recordaron que los poderes extraordinarios en situaciones de emergencia no deben ser utilizados para anular el disenso.
"Si bien reconocemos la severidad de la actual crisis de salud y que el uso de los poderes extraordinarios en situaciones de emergencia está permitido por la ley internacional en respuesta a amenazas significativas, urgentemente recordamos a los Estados que cualquier respuesta de emergencia al coronavirus debe ser proporcionada, necesaria y no discriminatoria," exponen.
Información relacionada: Canadá cierra fronteras ante propagación de coronavirus
Mediante un comunicado, enfatizan que las declaraciones de emergencia basadas en el brote de Covid-19 no deberían ser usadas como base para atacar grupos particulares, minorías o individuos. "No debería funcionar como acción represiva bajo la apariencia de proteger la salud ni debería ser utilizado para silenciar el trabajo de quienes defienden derechos humanos".
Destacan que el uso de poderes extraordinarios en situaciones de emergencia debe ser declarado públicamente y debería ser notificado a los órganos de tratado correspondientes cuando derechos fundamentales, que incluyen el movimiento, la vida en familia y la asamblea, se vean significativamente limitados.
"Alentamos a los Estados a permanecer firmes en mantener un enfoque de derechos humanos para regular esta pandemia, para favorecer el surgimiento de sociedades sanas, con base en el Estado de Derecho y la protección de los derechos humanos", señalaron.
Consideran que algunas instituciones de seguridad podrían encontrar atractivo el uso de los poderes extraordinarios en situaciones de emergencia. "Para prevenir que dichos poderes excesivos se incrusten en los sistemas legales y políticos, las restricciones deberían ser adaptadas a la medida y deberían ser lo menos intrusivas".
Finalmente, en países donde el virus vaya en declive, las autoridades deben buscar regresar a la normalidad y evitar el uso excesivo de los poderes en situaciones de emergencia para regular indefinidamente la vida cotidiana.