La canciller federal alemana Angela Merkel anunció hoy que los países que asistieron a la cumbre sobre Libia y las facciones combatientes en ese país del norte de África, acordaron que de ahora en adelante se tratará de un conflicto político y ya no bélico, pues debe superarse con el diálogo.
La declaración de la jefe del gobierno alemán, anfitrión del evento, se dio al fin de la cumbre que abordó el conflicto en Libia con la presencia de los líderes de las dos facciones en disputa y los gobiernos que las respaldan.
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Los países que apoyan a estas facciones acordaron cesar su ayuda militar y respetarán el embargo de armas, además se regularán las armas entregadas para evitar que continúe el conflicto bélico, informó Al Jazeera.
Al evento se presentaron el presidente del Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia, Fayed al Serraj, respaldado por la ONU y el jefe del Ejército Nacional Libio, Jalifa Hafter, líderes de las dos principales divisiones que se disputan el territorio de su país, citó por su parte la Deutsche Welle.
Hafter, hasta el momento es respaldado militarmente por Rusia, Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que Francia y Estados Unidos lo apoyan en las cuestiones políticas.
Por otro lado al Serraj tiene el apoyo militar turco y lo respaldan económicamente la ONU, la Unión Europea, Italia y Qatar.
Merkel ofreció la ciudad de Berlín como un sitio neutral para dialogar, después de un par de días en el que los líderes de Libia se reunieron en Rusia sin llegar a un acuerdo, pero en mejores condiciones por el diálogo entablado.
A la cubre de este domingo acudieron Merkel, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Francia, Emmanuel Macron; de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; de Egipto, Abdelfatah al Sisi; los primeros ministros de Italia, Guissepe Conte; de Reino Unido, Boris Johnson, así como Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU.
Merkel aseguró que no se trata de una salida fácil, pero permite iniciar el cierre del conflicto de una manera más suave, con la que predomine la política y no el empleo de armas.