Una niña de 12 años sobrevivió 18 horas enterrada bajo los escombros y la nieve después de que la casa donde se había refugiado fuese sepultada por una avalancha en la que dos de sus hermanos murieron en la Cachemira de Pakistán, país donde los muertos por el mal tiempo suman 104.
Shehnaz Bibi contó este jueves cómo se refugió junto con su marido y cuatro hijos en casa de unos vecinos con otras cuatro familias el lunes por la tarde cuando una nevada “como nunca” comenzó a cubrir de blanco el pueblo de Bakwali, en el valle de Neelum.
Información relacionada: Al menos 71 muertos por avalanchas en Cachemira paquistaní (FOTOS)
“No hubo ruido ni nada y, de repente, la avalancha cayó sobre la casa. Quedamos todos enterrados”, afirma Shehnaz.
La mujer fue rescatada tres horas después tras pedir ayuda a gritos en la oscuridad, para descubrir con horror que sus cuatro hijos habían sido dados por muertos.
Para su asombro, una hora después su Aqib, de tres años, fue sacado con vida, sano y salvo.
Y en una sorpresa mayor, su hija Samina, de 12, fue hallada con vida la mañana siguiente, 18 horas después de haber quedado sepultada, con solo una pierna rota.
“Es un milagro que esté viva”, dice la mujer, que ha pasado 24 horas ingresada en una unidad de cuidados intensivos para recibir tratamiento en una pierna.
“Estuvo despierta toda la noche, sin comer nada, pidiendo ayuda”, explica.
Tras su rescate Samina fue trasladada a un hospital de Muzaffarabad, la capital de la Cachemira paquistaní. “Tiene un fémur fracturado, pero ahora se encuentra estable”, explica el superintendente médico adjunto del hospital de la ciudad, Nauman Manzoor.
Los otros dos hijos de Shehnaz fueron más tarde encontrados muertos.
La casa de Shehnaz, de la que huyeron pensando que se derrumbaría, sobrevivió a la avalancha y sigue en pie.
“Lamento haber ido a la otra casa. He perdido a dos hijos porque tomé una decisión equivocada”, afirma la mujer.
En la casa derrumbada murieron 18 personas y sobrevivieron 12.
En el resto de Cachemira los muertos suman ya 77 y los heridos, 56, tras las avalanchas que el pasado lunes sepultaron varios valles y pueblos, según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán (NDMA).
La situación allí fue descrita por el primer ministro, Imran Khan, como “de miseria y muerte”.
Prime Minister of Pakistan @ImranKhanPTI visited Muzaffarabad today to express solidarity with the victims of land sliding and avalanche affected areas of Neelum valley.#PMImranKhan pic.twitter.com/xFlZPTxQ4I
— Prime Minister’s Office, Pakistan (@PakPMO) January 15, 2020
Mientras, en la provincia de Baluchistán murieron desde el lunes 20 personas y 23 resultaron heridas por las tormentas de nieve, que derrumbaron casas y bloquearon carreteras.
En Khyber Pakhtunkhwa los muertos son 7 y en Gilgit Baltistan 5.
Así, las víctimas mortales del mal tiempo llegan a 104 personas, los heridos a 96 y las casas derruidas a 236, en uno de los inviernos más duros que se recuerdan en el país.
Las operaciones de rescate continúan en marcha en las zonas afectadas, con la distribución de alimentos y tiendas de campaña en helicópteros del Ejército, cuyos efectivos trabajan además en la reapertura de carreteras.
Pakistán sufre cada año importantes daños humanos y materiales durante la temporada del monzón, pero no usualmente durante los meses fríos.
Uno de los peores desastres naturales de la historia paquistaní fueron las inundaciones de 2010 tras un monzón extraordinariamente intenso y un deshielo estival también especialmente abundante, que causó unos 2 mil muertos y más de 20 millones de damnificados.