El Gobierno iraní aseguró este miércoles que está preparado para ayudar a “salir del punto muerto” en el que se encuentra el acuerdo nuclear de 2015 pero que antes Estados Unidos debe regresar al pacto y levantar sus sanciones contra Irán.
El portavoz gubernamental, Ali Rabieí, insistió en que solo así “habrá una posibilidad de conversaciones”, después de que en las últimas horas varios líderes europeos presionaran para que se produzca un encuentro entre los presidentes de Irán, Hasan Rohaní, y Estados Unidos, Donald Trump.
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Sin nombrar este encuentro bilateral, Rabieí señaló que si se restablece el acuerdo en su estado original, con el regreso de EEUU y la eliminación de las sanciones, habrá espacio para conversaciones en el marco del Grupo 5 + 1 (EEUU, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania).
“Para dar más garantías y salir del punto muerto, el presidente (Rohaní) incluso ha presentado una propuesta para que podamos hacer un cambio menor” en el marco del pacto, dijo el portavoz, citado por la televisión estatal.
Según este medio oficial, esa propuesta es que Irán firme el Protocolo Adicional del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que ahora cumple de forma voluntaria,
Este paso debía darse en 2023, según el acuerdo de 2015, y permitiría permanentes inspecciones del OIEA de las instalaciones nucleares de Irán.
A cambio, las autoridades iraníes exigen que el propio Congreso de EEUU apruebe el levantamiento de todas las sanciones contra Irán de forma permanente.
Un requisito aparentemente complicado ya que Trump llamó ayer en su discurso ante la ONU a actuar contra Irán, al que acusó de tener “deseo de sangre”, y prometió no levantar sino aumentar las sanciones impuestas desde el año pasado contra Teherán.
Pese a todo, el primer ministro británico, Boris Johnson, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunieron ayer con Rohaní para intentar mediar en la crisis.
El presidente iraní les urgió a cumplir con sus compromisos del acuerdo nuclear, que limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Irán está insatisfecho con Europa al considerar que no está haciendo lo suficiente para garantizar sus intereses económicos derivados del acuerdo y, por ello, ha dejado en los últimos meses de cumplir varias de sus obligaciones nucleares.