La Guardia Civil detuvo este lunes a nueve presuntos independentistas catalanes acusados de la planeación y realización de actos violentos con aparatos explosivos de fabricación casera, previo a la sentencia del juicio contra implicados en el referéndum de 2017 que buscaba la independencia de Cataluña.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional, que ordenó poner en marcha el dispositivo en las localidades de Santa Perpetua, Mollet del Vallés y Cerdanyola del Vallés, señaló que al "grupo terrorista de índole secesionista catalán", se le imputan cargos de rebelión, terrorismo y tenencia de explosivos, de acuerdo con un reporte de La Vanguardia.
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Los presuntos actos violentos serían realizados antes de que se conozca la sentencia contra independentistas que organizaron en 2017 un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y cuyo juicio concluirá con la sentencia respectiva en la primera quincena de octubre.
La Guardia Civil detiene a 9 personas relacionadas con movimientos indepentistas catalanes que podrían estar preparados para llevar a cabo acciones violentas pic.twitter.com/Ov4FjnJyM9
— Guardia Civil \ud83c\uddea\ud83c\uddf8 (@guardiacivil) September 23, 2019
Los elementos de la Guardia Civil realizaron 10 registros en inmuebles ubicados en Barcelona, capital de Cataluña, donde hallaron documentos, material informático, así como artículos para fabricar aparatos explosivos caseros, lo cual fue incautado.
La Unidad Central Especial de la Guardia Civil, a cargo del caso, inició sus investigaciones en Cataluña y se concentró en las actividades de algunos integrantes de los Comités de Defensa de la República (CDR) tras el referéndum de 2017, por lo que mantuvieron intervenciones telefónicas, entre otras acciones.
Los artículos explosivos estaban casi terminados y se usarían en un acto de sabotaje al conocerse la resolución judicial del llamado "procés" de Cataluña, prevista para los primeros 15 días de octubre próximo.
El 1 de octubre de 2017 se celebró un referéndum no autorizado por el Tribunal Constitucional español, para declarar la independencia de Cataluña y convertir a esta ahora comunidad autónoma en república, por lo que fueron acusadas 12 personas, nueve de ellos fueron encarcelados y tres quedaron en libertad provisional.
A los nueve en prisión se les acusó de rebelión, sedición, malversación, organización criminal, y desobediencia; a los tres ex consejeros en libertad no se les imputaron los delitos de rebelión ni sedición.