La policía antidisturbios de Hong Kong reprimió este sábado con gases lacrimógenos, porras y balas de goma a cientos de manifestantes que marchaban por el distrito industrial de Kwun Tong, en el marco de la décima segunda semana de protestas contra la ley de extradición.
Los manifestantes, muchos con máscaras antigas y cascos, fueron bloqueados por decenas de policías antidisturbios cerca de una comisaría de policía en Kwun Tong, después de haber levantado barricadas con postes de bambú y bloqueado una importante carretera, reportó el diario South China Morning Post.
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La marcha comenzó pasado el mediodía en el barrio obrero de Kwun Tong, donde los inconformes permanecieron más de una hora frente a un grupo de policías, gritándoles consignas como “¡Mafiosos, mafiosos!” y les arrojaron botellas, piedras y otros objetos, lo que provocó la reacción de los agentes.
Los manifestantes marcharon por Kwun Tong, uno de los 18 distritos de la ciudad de Hong Kong, pidiendo la retirada total del proyecto de ley de extradición ahora archivado y exigiendo la eliminación de las llamadas “farolas inteligentes” a lo largo de las carreteras.
Según las autoridades, las "farolas inteligentes" son para medir las condiciones de tráfico, la calidad del aire y otros datos, pero los manifestantes temen que se puedan utilizar para implementar la vigilancia china, incluida la tecnología de reconocimiento facial.
Poco antes de la marcha se registró un enfrentamiento en una estación del metro, tras la decisión de la compañía de trenes MTR de suspender el servicio en cuatro estaciones cercanas a la manifestación para garantizar la seguridad de los usuarios y el personal.
Estos incidentes ocurren tras varios días de aparente calma en Hong Kong, que vive su mayor crisis política desde que Reino Unido cedió a China la soberanía, hace 22 años.
La excolonia británica, que atraviesa la peor crisis desde 1997, lleva 12 fines de semanas consecutivos de movilizaciones masivas, seguidas en muchos casos de enfrentamientos entre pequeños grupos radicales y las fuerzas de seguridad, los cuales se han dejado decenas de detenidos.
Las protestas en Hong Kong comenzaron a el 9 de junio pasado a raíz de un proyecto de ley que permitiría la extradición de sospechosos desde el territorio autónomo a China para ser juzgados.
A pesar de que ese polémico proyecto de ley fue retrasado por tiempo indefinido el pasado 15 de junio, los manifestantes continúan saliendo a las calles exigiendo reformas democráticas.
Además, exigen la dimisión de la jefa del ejecutivo, Carrie Lam, y una investigación independiente sobre la estrategia policial, así como la amnistía de las personas encarceladas por las protestas, la retirada total del proyecto de ley y el derecho a poder elegir a sus dirigentes.