La primera ministra británica Theresa May pidió este viernes al presidente ruso Vladimir Putin que ponga fin a sus “actos de desestabilización que amenazan Reino Unido y sus aliados”, en una reunión bilateral al margen de la cumbre del G-20 en Japón.
Theresa May and Vladimir Putin shook hands (sort of) at the #G20Summit
Then, the U.K. PM demanded Russia hand over suspects from the Salisbury poisoning attack. Putin denies involvement pic.twitter.com/2P5P7Mf86N
— TicToc by Bloomberg (@tictoc) 28 de junio de 2019
En caso contrario “no podrá haber normalización en las relaciones bilaterales”, advirtió según un portavoz de Downing Street.
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Se trata del primer encuentro de los dos dirigentes desde el envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal en 2018 en territorio británico.
“Russia needs to recognise its acts and stop acting in this way,” says Prime Minister Theresa May, ahead of a meeting with Vladimir Putin later today, “I will be very clear with President Putin”https://t.co/UVy91gCSoO pic.twitter.com/4hAjK3brPo
— BBC Politics (@BBCPolitics) 28 de junio de 2019
Durante su entrevista con Putin, May dijo tener “pruebas irrefutables de que Rusia estaba detrás de ese ataque”.
Al pesar del tono glacial de la entrevista, la primera ministra británica aseguro estar “abierta a la posibilidad de una relación diferente, pero para eso el gobierno ruso tiene que elegir una vía diferente”.
Las autoridades británicas indicaron antes de la reunión que este encuentro no significaba una normalización de las relaciones con Moscú.
“Hay una comprensión sobre la necesidad de reanimar esta cooperación en el interés de los empresarios de ambos países”, declaró el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa.
Por su parte, Vladimir Putin aseguró a principios de junio que quiere “pasar la página relacionada con los espías y los ataques” en las relaciones con Londres.
Serguéi Skripal, un excoronel de información ruso condenado por espionaje a favor de Reino Unido y luego intercambiado con otros agentes dobles, fue encontrado inanimado en un banco público, el 4 de marzo de 2018 en Salisbury, en el sur de Inglaterra.
Londres acusa al servicio de información militar ruso (GRU) de haberle intentado envenenar con ayuda de un agente tóxico.
Moscú desmiente cualquier tipo de responsabilidad en este caso, que provocó una crisis diplomática con la expulsión mutua de representantes.
Los dos países también se oponen en otras cuestiones como el conflicto sirio o la crisis en Ucrania.