El Senado estadounidense, de mayoría republicana, aprobó este jueves una resolución para bloquear ventas de armas por 8 mil 100 millones de dólares a Arabia Saudita y otros aliados árabes autorizadas por Donald Trump, en un desafío al mandatario.
La cámara alta del Congreso aprobó por 53 contra 45 votos la primera de tres resoluciones que pondrían freno a las controvertidas ventas anunciadas por Trump este año, con siete republicanos alineados al bando demócrata.
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Las medidas bloquearán 22 acuerdos de ventas distintos por mantenimiento de aviones, municiones de precisión y otros armamentos a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unido y Jordania, en un momento en que las tensiones se recrudecen en Medio Oriente.
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, tendrá que aprobar estas resoluciones. Una vez en el despacho presidencial, se espera que Trump las vete, y eso pondrá en mayores dificultades al Congreso para proponer votación de dos tercios que supere la negativa del Ejecutivo.
La administración de Trump dio un paso extraordinario al evitar al Congreso en la aprobación de la venta en mayo, ya que su administración declaró a Irán como una “amenaza fundamental” para la estabilidad de Medio Oriente.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que la administración estaba dando respuesta a una emergencia causada por el rival histórico de Arabia Saudita, Irán, que apoya a los hutíes rebeldes en Yemen.
Los senadores, incluso algunos republicanos, dijeron que no había causa legítima para saltearse al Congreso, que tiene el derecho de desaprobar ventas de armas.
El republicano Lindsey Graham, leal a Trump en muchos otros frentes, defendió fuertemente el freno a todas las ventas de armas, y se opuso al liderazgo saudita.
Graham dijo que esperaba que su voto “enviara una señal a Arabia Saudita” de que si actúa de la manera en que está actuando, “no hay espacio para una relación estratégica”.
El senador aludió así al asesinato el año pasado del periodista Jamal Khashoggi en Turquía a manos de agentes saudíes, lo que disparó una crisis en las relaciones de Riad y occidente.
“No hay cantidad de petróleo que puedas producir que pueda hacerme a mí y a otros pasar por alto el hecho de descuartizar a alguien en un consulado”, dijo Graham.
Agregó además que tampoco hay “amenaza suficiente de Irán que requiera que pase por alto este comportamiento brutal y bárbaro”.