El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo este martes que si él quiere puede hacer que entre en vigor su supuesto acuerdo secreto con México, y contradijo así la versión del Gobierno mexicano y su propia afirmación de que para implementar el pacto hace falta que antes lo ratifique el Congreso del país vecino.
Antes de abandonar la Casa Blanca rumbo a Iowa, Trump se acercó a la prensa y sacó de su chaqueta una hoja de papel doblada, que agitó ante los periodistas sin mostrar su contenido.
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“Este es el acuerdo que todo el mundo dice que no tengo. Voy a dejar que México haga el anuncio (sobre su contenido) en el momento adecuado”, aseguró el mandatario.
Trump lleva desde el domingo insistiendo en que el acuerdo que su Gobierno alcanzó el pasado viernes con el mexicano para frenar la imposición de aranceles a las importaciones del país vecino incluye elementos que aún no se han anunciado.
El ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró este lunes que “no hay ningún acuerdo de ninguna especie que no se haya dado a conocer” y que todo lo que se pactó fue divulgado el viernes, pero Trump ha continuado con su versión.
“Esta es una página de un acuerdo muy largo y muy bueno entre México y Estados Unidos”, recalcó el mandatario.
Opinó que el Gobierno mexicano no quiere hacer público todavía el acuerdo porque su contenido “tendría que someterse a (la aprobación de) su órgano legislativo”.
Pero después, al ser preguntado por si hay alguna circunstancia que le llevaría a revelar el contenido del acuerdo, Trump respondió que podría hacerlo, e incluso implementar el pacto, “si los números (de inmigrantes indocumentados que llegan a EE.UU. después de atravesar México) no bajan mucho”.
“Esto entra en vigor cuando yo quiera. Es una opción que tengo”, subrayó.
Un fotógrafo del diario The Washington Post tuiteó después una foto ampliada del papel que Trump mostró a la prensa, y en ella podía leerse la parte final del documento, que parecía firmado por un funcionario estadounidense y uno mexicano y que no contiene grandes revelaciones.
Esos párrafos indican que EE.UU. y México pretenden “compartir la carga en relación con el procesamiento de los refugiados” y mencionan una posible acción del Gobierno mexicano para identificar “cambios” en sus “leyes y regulaciones nacionales”.
También confirman lo adelantado este lunes por Ebrard: que en 45 días se evaluarán los avances en el control del flujo migratorio con Estados Unidos.
El documento en manos de Trump señala que “si los EE.UU. determinan, bajo su discreción y tras consultar con México, tras 45 días desde la fecha de emisión de la declaración conjunta”, que las medidas adoptadas no han sido “suficientes” para reducir la inmigración, el Gobierno mexicano deberá corregir esa situación.
“El Gobierno de México tomará todos los pasos necesarios bajo sus leyes nacionales para que el acuerdo pueda entrar en vigor (…) en 45 días”, indica el texto.
Mientras, el secretario de Estado de EE.UU., desveló en una audiencia en el Senado que hoy conversó por teléfono con Ebrard, y afirmó que seguirán hablando “a diario” para implementar el acuerdo.