Las últimas expediciones aún presentes en el Everest intentaban este lunes llegar a la cumbre, al término de una temporada mortal marcada por los atascos en la “zona de la muerte” y los llamamientos a regular los ascensos.
“Sólo quedan algunos alpinistas del lado de Nepal, que subirán el lunes. Podemos decir que la temporada está casi terminada” dijo Gyanendra Shrestha, el responsable gubernamental de la montaña de 8.848 metros.
Parte de lo que se vive en el monte Everest, donde ya se reportan 10 víctimas fatales durante esta temporada. Instagram: Shirpalashop #InternacionalesTR pic.twitter.com/OKeyIjCTGl
— Telemetro Reporta (@TReporta) 25 de mayo de 2019
Los peligros propios de la extrema altura, así como a los “atascos” de alpinistas provocados por el gran flujo de montañistas se han cobrado la vida de diez personas este año.
Se trata de la temporada más cruenta en el Everest desde 2015. El año pasado murieron cinco personas.
Al menos cuatro de los decesos de esta temporada se atribuyen al atasco existente en la llamada “zona de la muerte”. Estos atascos hacen perder un tiempo precioso y aumentan los riesgos de congelación, agotamiento y mal de altura.
La consecuencia es que el número de personas que coinciden en ese periodo en la misma ruta para intentar llegar a la cima aumenta a diario.
La alpinista india Anuja Vaidya, de 21 años, que alcanzó la cumbre el miércoles pasado, afirmó que su equipo tuvo que esperar más de una hora en el descenso porque había una hilera de montañeros en el camino.
Debido a estos atascos, “las botellas de oxígeno de muchos montañistas se agotan” explica la alpinista india Ameesha Chauhan, que está recibiendo curas en Katmandú tras congelarse la mano izquierda.
“Algunos alpinistas han muerto debido a su propia negligencia. Insistían en llegar a la cima cuando su oxígeno se reducía, lo que ponía en peligro sus vidas”, asegura.
“Tenía la impresión de que el Everest estaba repleto. Solamente los alpinistas con algunas aptitudes y una cierta experiencia deberían tener un permiso” para escalar”, dice la joven de 29 años.
Lam Babu Sherpa, que coronó siete veces el Everest, advirtió que esta afluencia puede ser fatal, especialmente si los equipos no llevan oxígeno extra.
“Había más de 200 personas en una hilera, y uno no puede adelantarlos. Era muy difícil, vimos equipos esperando durante dos o tres horas” el miércoles pasado, indicó Sherpa.