Treinta y dos migrantes dieron positivo de influenza en un amplio centro de procesamiento en la frontera con México, el cual fue cerrado temporalmente para contener el brote, dijeron el miércoles las autoridades estadounidenses.
Se desconoce si alguno de los enfermos tuvo contacto con un guatemalteco de 16 años detenido en la instalación de McAllen, Texas, que murió el lunes, un día después de que le diagnosticaron influenza y lo transfirieron a una estación más pequeña. Carlos Hernández Vázquez estuvo detenido seis días, el doble de tiempo de lo que la ley federal de Estados Unidos generalmente permite.
Los 32 menores y adultos enfermos han sido puestos en cuarentena en un centro de procesamiento de menor tamaño, de acuerdo con un funcionario de la Patrulla Fronteriza que solicitó el anonimato debido a que hay una investigación en marcha. Se desconocen las edades de los migrantes.
El centro principal fue limpiado y será reabierto en breve, agregó. Sin embargo, el cierre, aunque es temporal, aumenta la carga a un sistema ya de por sí abrumado por la gran cantidad de migrantes.
Durante el cierre, los migrantes fueron enviados a otras estaciones.
El centro de procesamiento de 7 mil 155 metros cuadrados (77 mil pies cuadrados) solía ser un almacén que actualmente alberga a cientos de padres y niños en grandes corrales. Diseñado a partir de una instalación similar en Nogales, Arizona, construida para manejar un gran flujo de migrantes centroamericanos en 2014, tiene módulos para los niños que viajan sin compañía de un adulto, otro para las niñas, y para las familias con hijos pequeños.
Los menores más grandes son separados de sus padres para evitar que se mezclen con niños mucho más chicos.
El Valle del Río Grande de Texas, que incluye la zona de McAllen, es el corredor más transitado para los cruces ilegales. La Patrulla Fronteriza hizo 36 mil 681 arrestos en esa región en abril, de los cuales casi tres de cada cuatro eran de familias o de niños que iban solos.
Hernández Vázquez fue el quinto menor migrante que muere después de haber sido detenido por los agentes fronterizos desde diciembre, lo que intensifica la presión y el escrutinio sobre las autoridades en torno a los cuidados que proporcionan a los niños migrantes.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza han promediado 69 traslados al hospital desde el 22 de diciembre y unas 153.000 horas de supervisión para la población detenida que se encuentra en los hospitales, dijo el funcionario.
Las autoridades también han hecho limpieza en otras instalaciones del sur de Texas, incluidas las de Brownsville, Corpus Christi, Kingsville y retenes en las carreteras.
Los migrantes no están siendo vacunados en las instalaciones de la agencia, pero podrían aplicarles la inyección cuando sean hospitalizados, agregó el funcionario. La Patrulla Fronteriza ofrece las vacunas a sus agentes.