El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, descartó una guerra entre su país y Estados Unidos, a pesar del incremento de las tensiones en el Golfo Pérsico, a la vez que rechazó volver a negociar con Washington.
“La decisión definitiva de la nación iraní será la resistencia ante Estados Unidos; y en esta confrontación, Estados Unidos se verá obligado a retroceder”, afirmó Jamenei, asegurando que esa batalla no será militar, pues no habrá ninguna contienda bélica, destacó la agencia iraní de noticias IRNA.
El líder de la Revolución Islámica hizo las declaraciones el martes durante un encuentro con los jefes de los tres Poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial-, así como funcionarios y autoridades gubernamentales, parlamentarios y activistas políticos, sociales y culturales del país.
Dijo que no habrá una confrontación militar ya que ni Irán ni Estados Unidos buscan la guerra porque los estadounidenses saben que la guerra no será beneficiosa para ellos.
Advirtió que Estados Unidos busca socavar las fortalezas de Irán, como su poder defensivo o su influencia estratégica regional, pero será completamente estéril.
Jamenei rechazó cualquier negociación con el actual gobierno estadounidense, tras señalar que ningún sabio iraní aceptaría negociar con el actual gobierno de los Estados Unidos, el cual calificó de “tóxico“.
El líder dijo que, como resultado de las amenazas de Estados Unidos, el odio hacia Estados Unidos entre los iraníes ha aumentado en más de diez veces, y agregó que las fuerzas militares iraníes están más preparadas y vigilantes que nunca.