Un menor guatemalteco no acompañado que entró en Estados Unidos de forma irregular por la frontera sur falleció este martes en un hospital de Texas cuando estaba bajo custodia de las autoridades, informaron este miércoles fuentes del Gobierno.
El joven, de 16 años y cuya identidad no ha sido divulgada por el momento, murió tras pasar varios días ingresado en la unidad de cuidados intensivas de un hospital infantil al que fue trasladado tras ponerse enfermo en el centro de acogida en el que permanecía recluido desde el pasado 20 de abril.
“Los médicos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no detectaron problemas de salud cuando se realizó el ingreso del menor en el refugio. Y en el momento de su llegada el menor tampoco dijo tener ningún problema de salud”, explicó Evelyn Stauffer, portavoz de la Administración de Menores y Familias del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS).
Según relató Stauffer, al día siguiente de instalarse en el refugio, el joven mostró síntomas de encontrarse “notablemente enfermo”, con fiebre, escalofríos y dolor de cabeza, por lo que el personal del albergue decidió trasladarle a un centro hospitalario, donde tras ser tratado fue dado de alta horas más tarde.
“Ya de vuelta en el refugio, la salud del menor no mejoraba, así que en la mañana del 22 de abril de 2019 el joven fue llevado en ambulancia al servicio de urgencias de otro hospital”, explicó la portavoz, sin aportar detalles sobre dichas clínicas.
Finalmente, el chico fue trasladado ese mismo día a un hospital infantil de Texas donde recibió cuidados médicos durante varios días, sin que los médicos pudieran hacer nada por salvarle la vida.
Stauffer sostuvo que se realizaron “gestiones” para que el hermano pequeño del fallecido y un funcionario del servicio diplomático de Guatemala visitaran al joven durante su estancia en el hospital, aunque no confirmó si el encuentro tuvo lugar.
“La familia del menor, que reside en su país de origen, recibió con frecuencia información actualizada por parte del personal del hospital”, aseguró Stauffer, quien añadió que las causas del óbito se encuentran bajo investigación.
La de este adolescente supone la tercera muerte de un menor guatemalteco que se encontraba bajo custodia de las autoridades migratorias estadounidenses en menos de seis meses, tras las muertes de Jakelin Caal Maquín y de Felipe Gómez Alonzo, de 7 y 8 años respectivamente, el pasado mes de diciembre.