El papa Francisco destinó medio millón de dólares para que la Iglesia de México pueda seguir asistiendo a los inmigrantes que se encuentran bloqueados en ese país en su ruta hacia Estados Unidos, informó la Santa Sede.
Gracias al óbolo de San Pedro, que financia las obras de caridad del Vaticano mediante las donaciones de fieles, ese medio millón de dólares serán distribuidos en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas de México.
La donación del pontífice, muy atento a la problemática que envuelve a la inmigración, llega después de que la Iglesia mexicana haya pedido ayuda a la Santa Sede “para seguir dando alojamiento, comida y artículos de primera necesidad” a los inmigrantes.
Trece de esos proyectos ya han sido aprobados por las diócesis de Cautitlán, Nogales, Mazatlán, Querétaro, San Andrés Tuxtla, Nuevo Laredo y Tijuana, y por las congregaciones de los Scalabrinianos, del Sagrado Corazón de Jesús y María y de las hermanas Josefinas.
Otros catorce proyectos de ayuda a los inmigrantes se encuentran aún en fase de valoración pues, antes de asignar fondos, las reglas del Vaticano reclaman una información transparente sobre su uso.