El periodista saud\í Jamal Khashoggi fue v\íctima de “un asesinato brutal y premeditado” que fue “planeado y perpetrado por funcionarios de Arabia Saud\í“, dijo hoy la relatora de la ONU sobre la tortura, Agnes Callamard.
La investigadora lleg\ó a esta conclusi\ón tras recopilar informaci\ón de diversas fuentes durante una visita oficial que hizo a Turqu\ía entre el 28 de enero y el pasado d\ía 3.
En sus conclusiones preliminares, la experta en derechos humanos agradeci\ó los esfuerzos realizados por Turqu\ía para llevar adelante una investigaci\ón “r\ápida, efectiva, completa, independiente e imparcial” sobre ese asesinato, que tuvo un gran impacto en todo el mundo.
Callarmad viaj\ó a Turqu\ía con un equipo que inclu\ía un investigador de cr\ímenes graves y un experto forense, y durante sus indagaciones constat\ó que Arabia Saud\í estaba obstaculizando y perjudicando los esfuerzos de las autoridades turcas por dilucidar las circunstancias de la muerte del periodista, ocurrida el pasado 2 de octubre en el consulado saud\í en Estambul.
“Se les dio a los investigadores turcos un acceso y un tiempo muy inadecuado para poder realizar un examen profesional y efectivo de la escena del crimen que fuese conforme a los est\ándares internacionales”, explic\ó la relatora en su informe.
Asimismo, denunci\ó que el asesinato de Khashoggi supuso la violaci\ón del derecho internacional y las normas que regulan las relaciones entre pa\íses en cuanto al uso legal que se debe hacer de las misiones diplom\áticas.
“Las garant\ías de inmunidad en ning\ún caso se concibieron para facilitar un crimen y exonerar a los autores de su responsabilidad penal”, enfatiz\ó en una declaraci\ón difundida por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Callamard fue m\ás all\á y afirm\ó que “las circunstancias del asesinato y la respuesta posterior de los representantes del Estado” (saud\í) puede ser descritas como “inmunidad para la impunidad”.
Entre la evidencia a la que la experta de la ONU tuvo acceso estuvieron “partes de audios espantosos y escalofriantes obtenidos y conservados por la agencia turca de inteligencia”.
Reconoci\ó, no obstante, que su equipo no tuvo la oportunidad de examinar de manera profunda ese material ni de verificar su autenticidad.
Tampoco pudieron reunirse con los investigadores que han estado trabajando en este caso.
Callamard y su equipo continuar\án con sus indagaciones en las pr\óximas semanas, por lo que urgi\ó a cualquiera que tuviese alguna informaci\ón al respecto a compartirla con ellos.
Un informe final con sus hallazgos ser\á presentado en junio al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.