El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, se reuni\ó este jueves brevemente con el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, nada m\ás llegar al pa\ís asi\ático de visita oficial procedente de Vietnam.
Duterte recibi\ó al jefe de la diplomacia estadunidense en la base a\érea militar Villamor de Manila, donde mantuvieron un breve encuentro de cortes\ía antes de que el mandatario tomara un vuelo a la ciudad de Davao, donde est\á su residencia familiar.
BREAKING: President Rodrigo Duterte shakes hands with U.S. Secretary of State Mike Pompeo https://t.co/sDo55hwVGt
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\u2014 CNN Philippines (@cnnphilippines) 28 de febrero de 2019
Al recibimiento tambi\én acudieron la hija del mandatario y alcaldesa de Davao, Sara Duterte, as\í como el mejor amigo del presidente, Bong Go, candidato al Senado y que hasta hace poco era su asesor especial.
“Se discutir\á cualquier tema mutuamente beneficioso para ambos pa\íses”, indic\ó el portavoz presidencial, Salvador Panelo, aunque el comunicado del Departamento de Estado menciona expresamente “seguridad y terrorismo” como los asuntos a tratar en la visita.
Pompeo, que lleg\ó desde la cumbre EEUU-Corea del Norte celebrada en Han\ói, se reunir\á ma\ñana viernes con su hom\ólogo filipino, Teodoro Locsin, y ofrecer\án una rueda de prensa conjunta.
Uno de los temas que se abordar\án es la posible visita de Duterte a Washington, ya que el pasado diciembre se salv\ó el principal escollo despu\és de que Estados Unidos accediera a devolver las campanas de Balangiga, que tropas estadunidenses se llevaron en 1901 como trofeo de guerra tras masacrar ese pueblo.
Para Filipinas, las campanas son un s\ímbolo de la resistencia al invasor y Duterte asegur\ó que no pondr\ía un pie en Estados Unidos hasta que no las devolvieran.
Otro de los asuntos a debate es la revisi\ón del Tratado de Defensa Mutua de 1951, que establece que Estados Unidos y Filipinas se ayudar\ían mutuamente si uno de los dos pa\íses es atacado por una fuerza extranjera.
Recientemente el secretario de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, se\ñal\ó que el prop\ósito es “aclarar ambig\u00fcedades” del tratado sobre la respuesta conjunta de EEUU y Filipinas si las tensiones en el mar de China Meridional se agravan.
Est\á previsto que en marzo viaje a Manila el subsecretario adjunto de Defensa, Joseph Felter, para iniciar las discusiones sobre la revisi\ón del tratado.
Filipinas quiere que quede claro cu\áles ser\ían los t\érminos de la ayuda estadounidense en caso de conflicto en los territorios reclamados por Manila, como el atol\ón Scarborough o algunas islas en el archipi\élago Spratly.
El Tribunal de Arbitraje de La Haya atribuy\ó en 2016 a Filipinas la titularidad de esos territorios, pero China no reconoce el fallo y contin\úa sus actividades sin que el Gobierno de Duterte haya reclamado nada, a cambio de una generosa inyecci\ón de inversi\ón y pr\éstamos.
Adem\ás de ocupar por la fuerza varios atolones e islotes, China ha instalado bases militares, lo que ha despertado los recelos de varios pa\íses de la regi\ón y tambi\én de EEUU, que no quiere perder influencia en ese mar de importancia estrat\égica y por el que circula m\ás de la mitad del comercio mundial.