Estados Unidos celebr\ó este mi\ércoles como una victoria la decisi\ón de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre una demanda interpuesta por Teher\án a ra\íz de la congelaci\ón de fondos de compa\ñ\ías iran\íes valorados en unos 2 mil millones de d\ólares y depositados en bancos estadounidenses.
“Si bien no estamos de acuerdo en que la Corte deba permitir que ninguna de las reclamaciones de Ir\án contin\úe, nos complace que hoy la Corte haya visto los intentos de Ir\án de distorsionar el Tratado de Amistad de 1955 y rechazado sus argumentos centrales”, indic\ó en un comunicado Robert Palladino, uno de los portavoces del Departamento de Estado.
El alto tribunal de la ONU se declar\ó este mi\ércoles competente para juzgar la demanda y rechaz\ó as\í de forma un\ánime la petici\ón de Washington de que la CIJ desestimara el caso, por lo que los magistrados decidir\án sobre el fondo del asunto en una fecha a\ún por determinar, pero que no ser\á antes de 2020.
El Tratado de Amistad de 1955, que fue firmado por los dos pa\íses cuando a\ún gozaban de buenas relaciones, se redact\ó para regular los contactos bilaterales en el plano econ\ómico y sigui\ó en vigor a pesar de que la Revoluci\ón iran\í de 1979 rompi\ó los lazos entre Washington y Teher\án.
El litigio dirimido en La Haya tiene su origen en 2002, cuando el expresidente George W. Bush firm\ó una ley federal que permit\ía a v\íctimas de atentados terroristas reclamar indemnizaciones millonarias cuanto los ataques fueran “patrocinados”, seg\ún Washington, por terceros pa\íses.
El Tribunal Supremo de EEUU concluy\ó en 2016 que un ataque en Beirut sucedido en 1983 en el que murieron 241 marines fue patrocinado por Teher\án, por lo que declar\ó como legal la congelaci\ón de bienes iran\íes valorados en unos 2 mil millones de d\ólares y depositados en bancos de Estados Unidos, como el Citibank de Nueva York.
Ir\án niega su implicaci\ón en el ataque y acudi\ó a la CIJ para recuperar los bienes.
Tambi\én este mi\ércoles el Departamento de Estado impuso sanciones contra una entidad basada en Ir\án y otras cuatro personas se\ñaladas de organizar “conferencias internacionales en apoyo a los esfuerzos de la Guardia Revolucionaria iran\í-Fuerza Al Quds de reclutar y recopilar inteligencia de los asistentes extranjeros”, incluidos estadounidenses.
Tambi\én sancion\ó a otra entidad con base en Ir\án y seis personas m\ás involucradas en una supuesta campa\ña cibern\ética dirigida contra funcionarios y exfuncionarios del Gobierno estadounidense para implantar programas maliciosos en sus sistemas inform\áticos.
El Departamento del Tesoro coordin\ó la imposici\ón de las sanciones con el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
“El mensaje del Gobierno de Estados Unidos al r\égimen iran\í es inequ\ívoco: Estados Unidos no tolerar\á los ataques beligerantes dirigidos contra personas estadounidenses”, reza un comunicado del Departamento de Estado.