El Senado chileno aprobó este jueves una reforma constitucional que permitirá convocar un referéndum el próximo 26 de abril para que los ciudadanos decidan si quieren una nueva Constitución que sustituya la actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los senadores dieron luz verde, con 38 votos a favor y 3 en contra, al proyecto de ley que reforma el Capítulo XV de la actual Constitución que habilita la consulta y, con ello, el proceso constituyente.
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“Hoy día se abre una página muy importante en la historia de nuestro país”, dijo el presidente del Senado, el opositor Jaime Quintana.
La reforma permite realizar un plebiscito el próximo 26 de abril en el que los votantes elegirán si quieren o no una nueva Constitución y qué tipo de órgano debería redactarla: una Comisión Mixta Constitucional o una Convención Constitucional, similar a una asamblea constituyente, donde todos los integrantes son electos por la ciudadanía.
Si el plebiscito es aprobado, la elección de los miembros de una u otra instancia se realizará en octubre de 2020, coincidiendo con las elecciones regionales y municipales, y la nueva Constitución se ratificará en otra consulta con sufragio universal y voto obligatorio.
El pasado miércoles, la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de reforma de la Constitución Política por 127 votos a favor, 18 en contra y 5 abstenciones. La víspera, los diputados aprobaron tres reformas constitucionales para asegurar paridad de género, escaños reservados y participación de independientes.
En el Senado la propuesta para que haya paridad de género en la Convención Constituyente (50 por ciento de mujeres), así como escaños reservados para representantes de pueblos originarios y delegados independientes, fue rechazada. Sin embargo, horas más tarde, el proyecto de la derecha sobre ese mismo asunto recibió el aval necesario.