El Gobierno alemán aprobó este miércoles el proyecto de ley por el que quedarán prohibidas las terapias contra la homosexualidad, bajo la consideración de que ésta no es una “enfermedad” y que por tanto no precisa “curación”.
La nueva normativa ha sido elaborada por el ministro de Sanidad, el conservador Jens Spahn, e incluye penas que van de la sanción económica a un año de prisión para quienes la vulneren.
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La prohibición de aplicar cualquier terapia de las llamadas de “conversión” será total en menores de edad. Para los mayores de 18 años será asimismo punible, si no hay plenas garantías de que éste no accedió a ello bajo presión, amenaza o engaño.
Falsas curas de conversión
Las llamadas terapias de conversión implican infligir “daños psíquicos y físicos” a quienes las recibe, afirmó Spahn. “Estas terapias no curan, sino que hacen enfermar”, añadió el ministro, miembro de la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana.
Spahn, homosexual y representante del ala más derechista del partido de la canciller, Angela Merkel, endureció los contenidos de su proyecto de ley en el tramo final hasta su presentación en el Consejo de Ministros. Inicialmente la prohibición total de esas terapias se contemplaba para menores de 16 años; el redactado final lo amplía a los 18 años.
Amplio respaldo parlamentario
Se estima que el proyecto de ley entrará en el trámite parlamentario el próximo año. Se da por hecho que obtendrá un amplio respaldo, tanto en las filas de la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas como de parte de la oposición, especialmente entre liberales, verdes e izquierda.
Diversas organizaciones de homosexuales del país han instado a una formulación aún más estricta y a elevar la edad de la prohibición total hasta los 25 años.