D\ámaso L\ópez N\ú\ñez, uno de los principales lugartenientes de Joaqu\ín “El Chapo” Guzm\án Loera, neg\ó este mi\ércoles cualquier responsabilidad en la muerte del periodista\ Javier Valdez, de la que hab\ía sido acusado, y culp\ó a los hijos del capo de su asesinato, por la “\ética profesional” del reportero.
Durante el interrogatorio de la defensa ante la Corte Federal de Brooklyn (Nueva York), L\ópez rechaz\ó las acusaciones que lo relacionaban con la muerte del fundador del peri\ódico “R\ío Doce” y asegur\ó que su deceso respond\ía a una disputa personal entre L\ópez y su hijo, Minilik, y los hijos del “Chapo”, Iv\án y Alfredo.
L\ópez asumi\ó que fueron los hijos del narcotraficante mexicano quienes ordenaron la muerte porque Valdez, “reconocido y prestigioso periodista de Sinaloa”, decidi\ó seguir adelante con la publicaci\ón de una entrevista con \él, en la que criticaba abiertamente a los v\ástagos de su jefe, con quienes estaba en guerra.
La entrevista ven\ía a ser una respuesta a un art\ículo anterior, ordenado por Iv\án y Alfredo, seg\ún L\ópez, en el que se criticaba con dureza a Minilik, defini\éndolo como “pat\ético, bueno para nada y aspirante a narcotraficante”.
En respuesta, L\ópez, que estaba preso en esos momentos, concedi\ó una entrevista al periodista, donde detallaba una emboscada que supuestamente D\ámaso hab\ía hecho a los hijos del “Chapo” y a Ismael “Mayo” Zambada, col\íder del cartel de Sinaloa, que supuestamente termin\ó herido.
Los hijos del “Chapo” se enteraron de esto y llamaron a la casa editorial para forzar la publicaci\ón de una pieza cr\ítica con D\ámaso L\ópez y su hijo.
Sin embargo, el periodista, siguiendo su “\ética profesional”, decidi\ó seguir adelante con la publicaci\ón, lo que seg\ún el testigo habr\ía supuesto su asesinato.
“Nunca lo conoc\í personalmente y no tuve nada que ver con su asesinato”, afirm\ó quien fuera la mano derecha del capo, que tambi\én declar\ó que tanto su hijo como \él son “inocentes” de la muerte del reportero, puesto que ambos estaban presos, pero que no vio “qui\én apret\ó el gatillo”.
D\ámaso L\ópez neg\ó haber matado a nadie personalmente, sino que s\ólo mand\ó las \órdenes de asesinato de algunos de los antiguos sicarios del “Chapo”, como “Barbarino” o “Negro”.
“No es mi costumbre (matar a nadie)“, dijo, aunque s\í orden\ó matar a algunos adversarios: “eso se dio en algunos casos”.
“He hecho cosas malas”, reconoci\ó, para despu\és continuar con que todo fue por \órdenes de su patr\ón, “El Chapo”, a quien asegur\ó querer: “Hemos tenido muchos a\ños juntos y en m\í ha nacido un afecto muy especial”.
El abogado del “Chapo”, Eduardo Balarezo, tambi\én inquiri\ó al testigo acerca de un supuesto soborno de 100 millones de d\ólares a un pol\ítico mexicano, en clara referencia al presunto pago que habr\ía recibido del narco el expresidente mexicano Enrique Pe\ña Nieto. L\ópez neg\ó conocer el asunto.
El interrogatorio de la defensa continuar\á la ma\ñana de este jueves, despu\és de que L\ópez incriminara a la esposa de su expatr\ón, Emma Coronel, en la organizaci\ón de la operaci\ón para liberar al capo de la c\árcel en 2015.