El presidente ruso, Vladimir Putin, defendió hoy su decisión de enviar a Siria las próximas semanas un sistema antiaéreo S-300, con el fin de proteger a sus militares y evitar errores como el derribo de un avión militar el pasado día 17.
En una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Putin subrayó este lunes que la decisión de reforzar las capacidades de los sistemas de defensa antiaérea de Siria responde a la actual situación que vive el conflicto armado.
“Putin resaltó que las decisiones tomadas por Rusia para fortalecer las capacidades de los sistemas de defensa antiaérea son adecuadas para las circunstancias actuales y tienen como prioridad prevenir cualquier amenaza a la vida de los militares rusos, que cumplen tareas de lucha contra el terrorismo internacional”, informó el Kremlin.
El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, informó esta mañana que Rusia proporcionará a Siria un sistema de misiles antiaéreos S-300 en las próximas dos semanas, a fin de incrementar la seguridad de sus efectivos, luego de que fue derribado por error en día pasado un avión ruso Ilyushin Il-20.
En un comunicado, la Presidencia resaltó que Moscú “considera que fueron las acciones de la Fuerza Aérea de Israel las que provocaron la tragedia” del derribo del IL-20 ruso, ocurrido el pasado 17 de septiembre, según un reporte de la agencia informativa Sputnik.
“Rusia propuso debatir las circunstancias de lo ocurrido, teniendo en cuenta que los datos de los militares israelíes sobre la operación de su aviación en territorio de Siria difieren de las conclusiones del Ministerio de Defensa ruso“, añadió.
En su declaración oficial, la oficina del gobierno de Putin resaltó que durante la conversación telefónica, Netanyahu volvió a expresar a Putin sus condolencias por la muerte de 15 militares rusos, pero expresó su preocupación por el despliegue de los sistemas de defensa aérea S-300 a Siria.
El primer ministro dijo al presidente Putin, que el suministro de sistemas de armas a “jugadores irresponsables” aumentaría los riesgos de seguridad en la región, pero el jefe de Estado subrayó que las acciones de Rusia tenían como objetivo proteger a sus fuerzas armadas, concluyó la declaración del Kremlin.