El líder norcoreano, Kim Jong–un, se ofreció este miércoles al término de su cumbre con el presidente sureño, Moon Jae–in, a desmantelar más instalaciones de su programa armamentístico, un nuevo gesto simbólico hacia Washington para subrayar su compromiso con la desnuclearización.
En la declaración firmada por Kim y Moon, el primero promete cerrar permanentemente Yongbyon, donde el régimen produce el combustible para sus bombas atómicas, siempre que Estados Unidos tome “medidas correspondientes” con lo acordado por ambos países recientemente en la cumbre de Singapur.
North Korea’s Kim agree to inspections in bid to salvage nuclear talks https://t.co/EwzVeBOnKY pic.twitter.com/7sgrC8fzLF
— Reuters Top News (@Reuters) 19 de septiembre de 2018
Pese a que Yongbyon, unos 80 kilómetros al norte de Pionyang, es el epicentro del programa nuclear norcoreano, el anuncio aún tiene un peso más simbólico que real en lo que respecta al proceso de desnuclearización pre acordado en junio y sin ningún tipo de especificaciones en Singapur.
Primero porque no es la primera vez que Corea del Norte promete cerrar Yongbyon: en 2008 ya derribó ante observadores internacionales su torre de refrigeración para volver a levantarla poco después.
#Corea | Kim Jon Un ha tendido la mano a #Washington, y a la vecina Corea del Norte.
▶️”Vamos a convertir la península coreana en una tierra de paz sin armas nucleares”, ha dicho 👇#CoreaDelNorte #KimJongUn pic.twitter.com/0B0lKoi6G3— Noticias CMM (@CMM_noticias) 19 de septiembre de 2018
El régimen también pide a Estados Unidos avances en la firma de un tratado de paz, que considera garante de supervivencia en caso de desmantelar su programa nuclear a cambio de este cierre y además sigue sin revelar el alcance de sus arsenales y sin permitir la entrada de inspectores en áreas clave para el desarrollo de armas.
Pionyang sí anunció que permitirá la entrada de inspectores para comprobar el desmantelamiento de buena parte de las instalaciones en la base de lanzamiento de Sohae, una operación que se comprometió a realizar en Singapur y que ejecutó pocas semanas después.
Pero Sohae, usada para probar tecnología de misiles intercontinentales de combustible líquido, ha quedado a día de hoy como una pieza tangencial en el programa de armas del régimen.
Pionyang considera que ya completó el año pasado su programa de combustible líquido con el lanzamiento exitoso de sus misiles Hwasong 14 y 15 y está enfocado ahora en acelerar el desarrollo de proyectiles de combustible sólido.
En todo caso, este nuevo guiño de Kim Jong-un a Washington ha sido bien recibido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“A falta de negociaciones finales, Kim Jong-un ha acordado permitir inspecciones nucleares” escribió Trump en un entusiasta mensaje en Twitter, pese a que ni Kim ni Moon ni en la declaración conjunta se hizo referencia a abrir las puertas de instalaciones atómicas norcoreanas a expertos internacionales.
Kim Jong Un has agreed to allow Nuclear inspections, subject to final negotiations, and to permanently dismantle a test site and launch pad in the presence of international experts. In the meantime there will be no Rocket or Nuclear testing. Hero remains to continue being……..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 19 de septiembre de 2018
De cualquier modo, ahora le toca mover ficha a Washington con respecto a la ansiada firma de un tratado de paz que ponga fin al estado de guerra que técnicamente persiste en la península desde hace más de 65 años.
Por otro lado, las dos Coreas firmaron también este miércoles en Pionyang histórico un acuerdo que reduce efectivos, prohíbe maniobras y designa zonas libres de presencia militar en torno a la frontera que comparten.
El texto reduce la posibilidad de que se produzcan choques bélicos y hasta la fecha es el acuerdo de mayor relieve para rebajar la tensión militar entre dos países que permanecen en guerra desde 1950.
Para coronar este nuevo episodio de acercamiento, Kim aseguró que antes de fin de año visitará Seúl a invitación de Moon, lo que lo convertiría en el primer líder norcoreano en pisar jamás la capital del Sur.
Además, para concluir su encuentro de tres días en Corea del Norte ambos líderes ascenderán mañana a la cumbre del monte Paektu, donde el folclore tradicional establece que se originó el pueblo coreano.