El balance de muertos en Filipinas tras el paso del tifón Mangkhut ascendió este martes a 74, indicaron las autoridades mientras que centenares de rescatistas continuaban la búsqueda de desaparecidos en la zona en donde se produjo un gigantesco deslizamiento de tierra.
El tifón, el más potente en el mundo desde principios de año, destruyó el sábado viviendas e inundó regiones agrícolas en el norte de Filipinas, antes de continuar su paso hacia Hong Kong y China, país en donde se registraron cuatro muertos.
La policía del archipiélago del sudeste asiático, azotado regularmente por violentos tifones, anunció un nuevo balance de 74 muertos, que sigue siendo provisorio.
En Itogon, en la isla de Luzón, se produjo un gigantesco deslizamiento de tierra y el alcalde de la localidad, Victorio Palangdan, estima que unas cuarenta personas seguirían sepultadas.
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— HispanTV (@Hispantv) 18 de septiembre de 2018
“Los esfuerzos de los rescatistas seguirán hasta que el presidente ordene dejarlos”, expresó Palangdan.
Debido a que el alud destruyó carreteras, las autoridades no pudieron enviar equipamiento pesado al área para acelerar la búsqueda. Por ello los rescatistas trabajaban con palas o con las manos.
El tifón Mangkhut sembró muerte y destrucción en de Filipinas: hay un desesperado intento por rescatar a decenas de personas atrapadas en una mina que quedó sepultada por el barro después de un deslizamiento de tierra. Creen que hay al menos 35 muertos https://t.co/o8xQYoAlBb pic.twitter.com/ZfYlwgAe3E
— TN – Todo Noticias (@todonoticias) 17 de septiembre de 2018
Los esfuerzos de búsqueda se volvían cada vez más difíciles ya que el sol comenzó a secar el barro. Algunos equipos utilizaron agua para poder seguir cavando con facilidad.
El tifón desprendió en la zona en apenas unas horas el equivalente de un mes de lluvia. Pero la catástrofe era casi segura ya que la llegada de Mangkhut se produjo luego de un mes de lluvias casi ininterrumpidas que fragilizaron el suelo en la región.
Casi la mayoría de las víctimas fatales del tifón murieron en docenas de deslizamientos de tierra que provocó al pasar en la Cordillera, un sector de alta actividad minera.
Muchos de los muertos en Itogon eran mineros que se habían refugiado con sus familias en una construcción abandonada por una empresa minera.
Regiones enteras del norte de Luzón, que proveen normalmente una importante parte de la producción de arroz y maíz del archipiélago, estaban bajo el agua. Las pérdidas podrían superar los 100 mil millones de dólares.
El tifón sembró luego el caos en Hong Kong con ráfagas de hasta 240 km/h que hicieron que las torres se tambalearan. El martes continuaba la limpieza de las calles, pero las escuelas seguían cerradas.