Los dos hombres señalados por el Reino Unido como sospechosos de envenenar al exespía ruso Serguei Skripal y a su hija Yulia, Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, aseguraron este jueves que no son agentes de la inteligencia militar rusa y que viajaron a Salisbury como turistas.
“Los amigos nos habían aconsejado hace mucho visitar esa maravillosa ciudad, (…) que tiene una famosa catedral conocida no solo en Europa, sino en todo el mundo, por su torre de 120 metros y su reloj”, dijo Boshirov en una entrevista exclusiva a Margarita Simonián, la directora de la cadena de televisión internacional rusa RT.
Una semana después de que sus nombres y fotos coparan las portadas de todo el mundo, los dos hombres, de aspecto fuerte y unos 35 años de edad, han aparecido en la televisión rusa para contar que tienen miedo y que su vida se ha convertido en “una pesadilla”.
Los puntos clave de la entrevista exclusiva con los dos rusos señalados en el caso Skripal https://t.co/uDIRHnh0GO pic.twitter.com/zN6byvNmAU
— RT en Español (@ActualidadRT) 13 de septiembre de 2018
Eso sí, lo hicieron después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, les invitara el miércoles a dirigirse a los medios de comunicación para contar cómo acabaron en Salisbury el mismo día en que los Skripal fueron envenenados, supuestamente con un agente tóxico fabricado en Rusia y conocido como “Novichok”.
Durante casi media hora, Petrov y Boshirov se sometieron a preguntas de la entrevistadora, que afrontó la conversación en un tono jocoso y que llegó a insinuar que son pareja.
Según la Policía británica, los dos sospechosos fueron captados por las cámaras de seguridad cerca de la casa de los Skripal, luego volvieron a Londres en tren y esa misma tarde regresaron en un avión a Moscú.
“Puede que nos hayamos acercado” a la casa de los Skripal, “pero no sabemos dónde está”, señaló Boshirov al respecto.
Los dos hombres aseguraron que también debe de haber muchas fotografías suyas al lado de la catedral, y acusaron a los medios británicos de no publicar esas imágenes.
Según la Policía británica, el veneno se encontró en frasco de perfume de mujer de la casa Nina Ricci, pero preguntado al respecto, Boshirov dijo que “sería una tontería que dos hombres normales lleven perfume de mujer en el equipaje”.
El gobierno británico insistió este jueves en que se trata de agentes del servicio de inteligencia militar de Rusia, el GRU, pero ellos lo negaron en la entrevista y afirmaron que son empresarios dedicados a la industria del fitness, en particular a los suplementos deportivos.
Los dos amigos explicaron que viajan a menudo juntos, tanto por negocios como en viajes de placer, y que se alojan en la misma habitación “para ahorrar dinero y porque es más divertido”.
La prensa británica reveló que los supuestos espías compartieron una habitación con cama de matrimonio, y aunque Simonián dijo durante la entrevista que “no tienen porque justificarse”, sí se extrañó que de que siempre están juntos y les preguntó por los “vínculos que les unen”.
“No vamos a entrar en el terreno de lo personal. Esto parece un interrogatorio y estamos empezando a profundizar. Hemos venido aquí a buscar protección”, respondió Boshirov.
En el ataque con el veneno, el policía británico Nick Bailey resultó también afectado, pero, al igual que los Skripal, consiguió recuperarse.
Además, una pareja se contaminó accidentalmente al hallar un frasco de perfume con residuos y la mujer, Dawn Sturgess, falleció por complicaciones el pasado 8 de julio.