El total de familias migrantes arrestadas por cruzar de forma ilegal la frontera entre México y Estados Unidos subió 38% en agosto con respecto a julio, según datos oficiales que mostraron que el flujo se mantuvo, pese a los esfuerzos del gobierno estadounidense por frenar las llegadas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó este miércoles que más de 12 mil 700 personas que cruzaron la frontera sin documentos de inmigración fueron arrestadas el mes pasado, la cifra más alta para un mes de agosto.
Esta semana, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció que planea aumentar en un 50% los jueces dedicados a la inmigración y celebró que, junto con los magistrados ya operativos, el país cuenta con “los jueces de inmigración más activos de la historia”.
Más de 2 mil 300 menores fueron separados de sus padres que habían cruzado ilegalmente la frontera estadounidense, después de que el presidente estadounidense Donald Trump lanzó una política de “tolerancia cero” frente a la inmigración clandestina.
La violencia en Centroamérica, especialmente en el llamado Triángulo del Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), ha empujado a familias enteras, y en muchos casos a niños solos, a huir, emprendiendo un peligroso viaje hacia Estados Unidos.
Frente a la ola de indignación que provocaron las voces y llantos de los niños detenidos, Trump retrocedió finalmente sobre sus pasos.
La mayor parte de las familias fueron reunidas, pero hasta la semana pasada todavía quedaban 416 menores en custodia, según datos judiciales.
La semana pasada el gobierno estadounidense dio un primer paso para modificar el acuerdo que limita a 20 días el máximo tiempo de detención para los niños migrantes.