Miles de simpatizantes del presidente venezolano, Nicolás Maduro, marcharon este martes en Caracas en apoyo al mandatario, que adelanta un paquete económico que rechazan los expertos y la oposición, así como “contra el imperialismo” estadounidense, al que acusaron de amenazar la estabilidad del país petrolero.
La movilización partió desde varios puntos de la capital venezolana y terminó en el centro de la ciudad, donde distintos líderes del chavismo ofrecieron discursos que fueron transmitidos por la televisión estatal VTV.
Maduro, que hace poco más de un mes escapó ileso de un atentado con explosivos cuando presidía un acto público con militares, no asistió a la marcha de hoy, que contó con la participación de cientos de jóvenes militantes del partido de gobierno, que recién finalizó el tercer congreso de su generación de relevo.
“Lo único que pedimos es que saquen las manos de Venezuela (…), les decimos al imperio, a los enemigos de la patria, a la derecha reaccionaria internacional y nacional, que este pueblo no está dispuesto a calarse más amenazas y persecuciones”, dijo a periodistas el dirigente chavista Pedro Carreño.
En tanto que el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente -un órgano integrado solo por afectos al chavismo gobernante y que no reconocen numerosos gobiernos-, Diosdado Cabello, pidió a los presentes “preparase para la defensa de la patria” ante un eventual ataque armado contra el país.
“Es probable que (los invasores) entren (a Venezuela), lo que no está claro para ellos es cómo van a salir, saldrán derrotados, se impondrá nuevamente la verdad de los hijos de (Simón) Bolívar”, dijo en un encendido discurso.
“Está acostumbrado el imperialismo a atropellar pueblos, a que los presidentes sean lacayos como (el argentino Mauricio) Macri, como (el colombiano Iván) Duque, como (el brasileño Michelle) Temer (…) que les dicen ‘yes, sir’ (sí, señor)”, añadió el dirigente oficialista.
Las denuncias del chavismo ocurren 24 horas después de que Estados Unidos presionara en la Organización de la Naciones Unidas (ONU) a la comunidad internacional para que deje de apoyar a Maduro, a quien acusan de encabezar un “régimen corrupto”.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, alertó ayer en una reunión informal del Consejo de Seguridad que “cualquier país que hace negocios con Maduro y su Gobierno está dañando a propósito a los venezolanos”.
Venezuela ha negado estas acusaciones así como que en el país haya una crisis humanitaria o de refugiados, y ayer Maduro reiteró que existe una “campaña” contra su Gobierno que busca justificar un golpe de Estado.
El país atraviesa una severa crisis económica que se expresa en hiperinflación y escasez, pese a su enormes depósitos de petróleo, lo que obligó a Maduro a lanzar un paquete de medidas que incluyen controles de precios y la multiplicación del salario por 35 veces su valor anterior.
Todas las medidas son rechazadas por numerosos expertos y por todos los opositores, por considerarlas incompletas e impertinentes.