El presidente estadunidense, Donald Trump, remarcó este martes que Estados Unidos “jamás se rendirá a la tiranía” al recordar el “sacrificio” de los “héroes” que fallecieron en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
17 years since September 11th!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 11 de septiembre de 2018
“El futuro de Estados Unidos no lo escribirán nuestros enemigos (…) Estados Unidos nunca jamás se rendirá a la tiranía”, dijo Trump en su discurso en el monumento homenaje a las víctimas en Shanksville, Pensilvania, donde se estrelló el vuelo 93 de United, secuestrado por los terroristas, con 40 personas a bordo.
“A través de su sacrificio, los pasajeros del vuelo salvaron un sinnúmero de estadounidenses, y salvaron al Capitolio de un devastador ataque”, agregó Trump, quien estuvo acompañado por la primera dama, Melania, en el monumento recientemente inaugurado.
.@POTUS: “This memorial is now a message to the world. America will never, ever submit to tyranny.” pic.twitter.com/IGOlK3qAFC
— FOX Business (@FoxBusiness) 11 de septiembre de 2018
En ese momento, subrayó el mandatario, “un conjunto de valientes patriotas respondió a los enemigos del país” y se unió “al grupo inmortal de héroes estadounidenses”.
El vuelo 93 de United estaba dirigido hacia el Congreso estadounidense, y se estrelló en las praderas de Pensilvania, 270 kilómetros al noroeste de Washington, cuando los pasajeros se rebelaron contra los terroristas que habían tomado control del aparato.
Por ello, recalcó que “las lágrimas de los familiares” están acompañadas por “el dolor compartido de toda una nación”.
Estados Unidos, como cada año, ha organizado multitud de actos de conmemoración de los ataques de septiembre de 2001, en los que fallecieron casi 3 mil personas y supusieron el mayor atentado terrorista de la historia del país.
A 17 años del 11-S , más de mil víctimas siguen sin ser identificadas.#11deSeptiembre pic.twitter.com/rYKl6alKG4
— Noticias MVS (@NoticiasMVS) 11 de septiembre de 2018
En Nueva York, miles de personas se concentraron el sur de Manhattan en el lugar en el que estaban las Torres Gemelas, que fueron derribadas por el ataque de otros dos aviones, y recordaron a las víctimas con emotivos momentos de silencio, así como en el Pentágono, a las afueras de Washington.