La nueva Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció este lunes el trato que reciben las minorías en Birmania y China y pidió a los países occidentales que no construyan “muros” contra los migrantes.
Bachelet, urgió además en Ginebra a crear una instancia internacional encargada de reunir “pruebas” sobre los crímenes más graves cometidos en Birmania contra la minoría musulmana rohinyá para “acelerar la celebración de juicios”.
En su primera intervención ante el Consejo de Derechos Humanos, Bachelet “exhortó al Consejo a adoptar una resolución y someter el tema a la Asamblea General para que lo apruebe, a fin de que se pueda establecer ese mecanismo”, como en el caso de Siria.
Bachelet explicó que ese mecanismo “completaría y apoyaría” el trabajo de la Corte Penal Internacional (CPI), que el jueves se declaró competente para investigar la deportación de la minoría musulmana rohinyá y que podría constituir un crimen de lesa humanidad.
En 2017, más de 700 mil musulmanes rohinyás huyeron de Birmania, un país mayoritariamente budista, tras una ofensiva del ejército en represalia por los ataques de los rebeldes rohinyás contra puestos fronterizos.
Perseguidos por las fuerzas armadas birmanas y las milicias budistas, los miembros de la minoría musulmana se refugiaron en grandes campamentos improvisados en Bangladés.
A petición del Consejo de Derechos Humanos, un grupo de investigadores de la ONU pidió en agosto que la justicia internacional entable acciones contra el jefe del ejército birmano y otros cinco altos responsables militares por “genocidio”, “crímenes de lesa humanidad” y “crímenes de guerra” contra los musulmanes rohinyás, acusaciones que Birmania rechaza.
Los investigadores pidieron renovar su mandato. La cuestión será tratada durante la actual sesión del Consejo, que se celebra entre el 10 y el 28 de septiembre en Ginebra.
En el caso de China, Bachelet, en la versión escrita de su discurso, denunció el tratamiento de la minoría uigur, apuntando a “preocupantes alegaciones de detenciones arbitrarias a gran escala de uigures y otras comunidades musulmanas en los llamados campos de reeducación de Xinjiang.”
Además también denunció la actitud de los países occidentales con los migración.
“Levantar muros (…) separar y detener a familias y cortar los programas de integración, estas políticas no ofrecen soluciones a largo plazo para nadie, solo hostilidad, miseria, sufrimiento y caos”, aseguró.