Los principales candidatos a la Presidencia de Brasil prometieron este jueves crear empleo y reducir los aún altos índices de paro en el país, según expusieron en el primer debate televisado de cara a las elecciones de octubre.
El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Geraldo Alckmin, dijo que “generar empleo y renta” es una “cuestión central” que se resuelve con crecimiento e inversiones y eso pasa por aumentar “la confianza”.
El exgobernador de Sao Paulo, al que los sondeos le otorgan un 6 % de los votos, comentó que “quedó claro” que Brasil “perdió competitividad” y para recuperarla es necesario acabar con el déficit, simplificar la burocracia y una mayor “apertura de la economía”.
También se mostró a favor de mantener la polémica reforma laboral impulsada por el actual presidente, Michel Temer, que flexibilizó el mercado de trabajo y abrió las puertas a un abaratamiento de la mano de obra.
“Soy favorable a la reforma laboral, fue un gran avance en el desafío de Brasil y del mundo entero de generar empleo y renta. Teníamos una legislación del siglo pasado y pasamos a tener una relación moderna”, indicó Alckmin, que se ha aliado con un nutrido grupo de partidos de centro con gran influencia en el Congreso.
Su opinión fue rebatida con dureza por el candidato Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), quien aseguró que la reforma laboral introdujo “inseguridad” y fue “un error grave” que prometió “corregir”, si es elegido.
“Ese salvajismo no hace prosperar a ningún país”, aseguró.
Gomes, que ostenta un 8 % de los votos, según las encuestas, criticó los altos índices de informalidad, prometió crear dos millones de empleos en su primer año de Gobierno y recuperar los “motores de desarrollo” del país que “están prácticamente estrangulados” a través de una “política industrial”.
Esas críticas fueron rebatidas por el exministro de Hacienda Henrique Meirelles, candidato del Movimiento Democrático Brasileño, (MDB) y principal ideólogo de la política económica del Gobierno de Temer.
“Sacamos a Brasil de la mayor recesión de la historia, volvimos a crear dos millones de empleos (…) Al contrario de lo que piensen no se crea empleo en el grito y sí con la política correcta”, expresó Meirelles.
La tasa de desempleo en Brasil se situó en junio pasado en el 12,4 %, lo que supone 13 millones de personas sin trabajo, reflejo de los efectos que dejó la severa recesión que atravesó el país entre 2015 y 2016 y de la que solo se comenzó a recuperar en 2017.
Por su parte, la ecologista Marina Silva, candidata por Rede Sustentabilidade, manifestó que para crear empleo se necesita “inversión” y para ello recuperar la credibilidad por medio de un “cambio profundo porque los que crearon el problema no lo van a resolver”.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL) garantizó un “gobierno diferente”, con menos burocracia y más desregulado, si bien no detalló un plan específico para reducir el paro.
“Nuestra misión aquí es, más que dar esperanza, es dar certeza de que haremos un gobierno diferente”, apuntó.
En el debate también participaron Alvaro Dias, candidato por el partido Podemos, Cabo Daciolo (Patriotas) y el activista de movimientos sociales Guilherme Boulos (Partido Socialismo y Libertad, PSOL), todos ellos con muy pocas opciones de victoria en octubre.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien lidera los sondeos de opinión con un 30 %, fue hoy el gran ausente tras ser impedido por la justicia de participar, pues está preso desde hace cuatro meses para cumplir una condena de 12 años por corrupción y virtualmente inhabilitado ya que la ley electoral le impide ser candidato tras ser condenado en segunda instancia.
En un escenario sin Lula, Jair Bolsonaro, radical de ultraderecha y nostálgico de la dictadura que imperó entre 1964 y 1985, encabeza las intenciones de voto con un 17 % de los apoyos de cara a unas elecciones que se presentan como las más inciertas desde el regreso de la democracia al país.