Cinco adultos fueron arrestados este fin de semana y se enfrentan a cargos de abuso de menores por las condiciones infrahumanas en las que mantenían a once niños en una apartada residencia situada en una zona desértica de Nuevo México, Estados Unidos, según recogieron este lunes diversos medios.
La operación comenzó el pasado viernes, cuando agentes de la oficina del alguacil del condado de Taos, donde se encuentra la residencia, recibieron un mensaje reenviado por las autoridades del estado de Georgia, de donde eran oriundos dos de los arrestados, en el que uno de los menores denunciaba que no recibían comida ni agua.
“Nos estamos muriendo de hambre. Necesitamos comida y agua”, rezaba el mensaje que fue difundido por la oficina del alguacil a través de un comunicado publicado en su página de Facebook.
Tras obtener una orden de registro, los agentes accedieron a la residencia, donde se encontraban los 11 menores, de edades comprendidas entre los 12 meses y los 15 años, acompañados de 5 adultos, 2 hombres y 3 mujeres.
Los pequeños estaban en un remolque que se encontraba bajo tierra y cuya entrada permanecía oculta bajo unos plásticos.
“Los únicos alimentos que vimos fueron unas pocas papas y una caja de arroz en el remolque. Pero lo más impactante fue encontrar a 5 adultos y 11 niños que tenían aspecto de ser refugiados del tercer mundo; sin comida ni agua, pero también sin zapatos e higiene personal”, señaló el alguacil Jerry Hogrefe en el comunicado.
Las autoridades procedieron a entregar a los menores a los servicios sociales y a detener a los dos hombres, Siraj Wahhaj y Lucan Morton, quienes se encontraban fuertemente armados.
Wahhaj, de 39 años, era reclamado por las autoridades de Georgia, acusado de secuestrar a su hijo de 3 años.
Al día siguiente, los agentes decidieron arrestar también a las tres mujeres, quienes podrían ser las madres de los niños, según informaron este domingo las autoridades.
Estas tres mujeres son Jany Leveille, de 35 años, Hujrah Wahhaj, de 38, y Subhannah Wahhaj, de 35. Tras ser arrestadas sin que presentaran oposición, fueron trasladadas al Centro de Detención de Adultos del condado de Taos.
Cada uno de los cinco adultos se enfrenta a once cargos de abuso de menores, debido al abandono en que se encontraban los menores.