Autoridades de California, encabezadas por su gobernador Jerry Brown Jr, anunciaron hoy que defenderán los estándares de combustible limpio, en contra de las acciones de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Que Trump destruya ahora una ley promulgada por primera vez a pedido de Ronald Reagan hace cinco décadas es una traición y un ataque a la salud de los estadunidenses en todas partes”, enfatizó el gobernador Brown.
“Bajo su esquema imprudente, los automovilistas pagarán más en la gasolinería, empeorarán el consumo de combustible y respirarán aire más sucio. California luchará contra esta estupidez de todas las maneras concebibles posibles”, advirtió.
Este día el gobernador Brown, el procurador general Xavier Becerra y la Junta de Recursos del Aire de California anunciaron que defenderán los estándares de emisiones de automóviles limpios de esta nación.
California lidera una coalición de 19 procuradores generales de diversos estados de Estados Unidos que defienden los estándares de autos limpios, lo que la administración Trump ha confrontado en múltiples ocasiones.
Este jueves la administración Trump anunció que sigue adelante con los planes para desentrañar la acción más efectiva del gobierno federal para luchar contra el cambio climático: normas agresivas de economía de combustible destinadas a que los automóviles y camiones del país promedien más de 50 millas (80.4 kilómetros) por galón (3.8 litros) para 2025.
Después de meses de discusión y borradores, la Agencia de Protección Ambiental y la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico en las Carreteras revelaron formalmente su plan para reescribir esas reglas y reemplazarlas por otras tan poco estrictas, que incluso los fabricantes de automóviles son cautelosos.
El plan de la administración congelaría los objetivos de kilometraje en 2020 durante seis años. También se movería para poner fin al poder de California de establecer sus propios estándares de emisiones de gases de efecto invernadero más estrictos y anular el mandato estatal de que los fabricantes de automóviles vendan una cantidad específica de vehículos eléctricos.
Funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) buscaron retratar la propuesta como la oferta de apertura de la administración en una negociación con California.
Los funcionarios estatales, sin embargo, calificaron al plan como demasiado extremo y amenazaron con combatirlo en los tribunales. California y otros estados que siguen sus reglas más estrictas argumentan que la Ley de Aire Limpio les permite mantener los estándares de la era Obama en sus mercados.
Las autoridades californianas expresaron su fuerte oposición a la regla propuesta de la administración Trump que pondría en peligro “las normas de emisión para vehículos del año modelo 2021-2026 y poner en vigencia normas de eficiencia de combustible y emisiones debilitadas a expensas de nuestra salud, nuestro medio ambiente y nuestra economía”.
“En lugar de adoptar estándares máximos factibles para aumentar la eficiencia del combustible del vehículo, como lo exige la ley federal, la Administración se está moviendo para congelar los estándares en el nivel 2020 a través del año modelo 2026”, advirtieron.
De manera similar, en lugar de abordar la amenaza del cambio climático como los mandatos de la Ley de Aire Limpio, la administración se está moviendo para congelar las normas de emisiones de gases de efecto invernadero para vehículos en esos mismos años.
Si se promulga, esta propuesta costará a los consumidores miles de millones de dólares en gasolina adicional para que funcionen automóviles menos eficientes y camiones ligeros, aseguraron.
También degradará la calidad del aire y pondrá en la atmósfera millones de toneladas adicionales de contaminación que altera el clima, anadieron.
La Administración Trump también propone retirar la exención otorgada a California hace más de cinco años para los propios estándares de emisiones de gases de efecto invernadero del estado y sus exitosos programas de cero emisiones (ZEV).
Esta acción sin precedentes e ilegal va en contra de los esfuerzos y agravaría los daños a los consumidores, la salud pública, la economía y el medio ambiente causados por el debilitamiento de las normas federales, puntualizaron.
La propuesta de la Administración también bloquearía el avance de muchos otros estados que usan los estándares de California. “La Administración Trump ha lanzado un ataque descarado e ilegal, sin importar cuán encubierto esté, en los estándares de Clean Car Standards de nuestra nación”.
El Departamento de Justicia de California utilizará todas las herramientas legales a su disposición para defender los estándares nacionales actuales y reafirmar la ciencia detrás de ellos”, dijo el fiscal general Becerra.
“Los estándares para un coche limpio de nuestra nación les ahorran a los consumidores miles de dólares, protegen la salud de nuestras familias y aseguran que continuemos luchando contra el cambio climático, el problema medioambiental más importante a nivel mundial de nuestro tiempo.
Estamos listos para hacer lo que sea necesario para responsabilizar a esta administración”, agregó.
“A primera vista esta propuesta tergiversa completamente los costos y los ahorros. También depende de suposiciones extrañas sobre el comportamiento del consumidor para defender su seguridad”, dijo la presidenta de la Junta de Recursos del Aire de California, Mary D. Nichols.
“CARB examinará todas las 978 páginas de letra pequeña para descubrir cómo la administración puede posiblemente justificar su absurda conclusión de que el debilitamiento de los estándares para permitir vehículos más sucios y menos eficientes realmente salvará vidas y dinero”, puntualizó.