El presidente afgano, Mohammad Ashraf Ghani, declaró hoy el alto al fuego condicional por tres meses con el derrocado régimen del Talibán, que entrará en vigor a partir del primer minuto de mañana lunes.
En un discurso para conmemorar el 99 aniversario del Día de la Independencia afgana, Ghani dijo esta noche que la tregua duraría hasta Eid Melad-ul-Nabi, el cumpleaños del profeta Mahoma que se celebrará este año el próximo 21 de noviembre en Afganistán.
Dirigiéndose a un selecto grupo de invitados en el emblemático palacio Darul Aman de Kabul, el mandatario aclaró que “el alto el fuego solo se implementaría si los talibanes lo respetan”, según un reporte de la agencia Pajhwok Afghan News (PAN) y la emisora TOLO.
En un discurso televisado, Ghani dijo que la decisión de declarar la tregua se alcanzó después de extensas consultas con diferentes segmentos de la sociedad afgana y académicos islámicos de todo el mundo.
“La tregua no solo nos proporciona la finalización de la misión de Ghazi Amanullah Khan, sino que nos brindará una nueva oportunidad y un nuevo comienzo”, dijo Ghani en referencia al monarca de Afganistán, que proclamó la independencia del país.
El presidente llamó a la insurgencia talibán a honrar el bien de la gente y prepararse para las conversaciones de paz, a la luz y el espíritu de los valores nacionales e islámicos e hizo hincapié en que el alto el fuego debe ser bilateral.
El Movimiento Talibán no ha respondido aún sobre el alto al fuego, aunque en una declaración previa anunció este domingo la liberación de “cientos de prisioneros” con motivo del Eid-al-Adh (Fiesta del Sacrificio), la cual junto con el mes de ayuno del Ramadán, es una de las festividades más importantes del Islam.
Durante esta festividad, con la que termina de manera oficial el peregrinaje anual a la ciudad santa de La Meca, los musulmanes deben sacrificar un cordero, en recuerdo del sacrificio que hizo el Profeta Abraham al ofrecer la vida de su hijo.
El anuncio de alto el fuego de Ghani se limitó a los taliban y excluyó a otros grupos armados, como el ala del grupo extremista Estado Islámico (EI) en Afganistán, que se atribuyó el atentado de la semana pasada contra una academia de Kabul, que dejó 34 estudiantes muertos y 57 heridos.
El anuncio del mandatario afgano se da tras una sangrienta semana de combates en la central provincia de Ghazni entre el grupo insurgente y el Ejército afgano, que dejaron al menos 150 soldados y 95 civiles muertos.
El Movimiento Talibán, que proclama el extremismo religioso islámico, llegó al poder en Afganistán en 1996, bajo la imposición de una de las más estrictas interpretaciones de la Sharia (Ley Islámica), que se hizo famosa internacionalmente por el maltrato a las mujeres.
Durante el régimen del Talibán, las afganas se vieron obligadas a usar la burka, una túnica que las cubre de cabeza a pies y sólo tiene una abertura a la altura de los ojos, tenían prohibido trabajar y recibir educación después de los ocho años, salvo para el estudio del Corán.
El régimen fue derrocado tras la invasión de Estados Unidos a fines de 2001, luego de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, orquestado por el fallecido líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien en ese entonces se refugiaba en Afganistán, protegido por el Talibán.