El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva será registrado este miércoles como candidato para las presidenciales de este año, pese a que enfrenta una sentencia de 12 años de cárcel por corrupción y varios procesos vinculados a sobornos.
Miembros destacados del Partido de los Trabajadores de Lula están organizando una marcha en Brasilia para registrar la candidatura ante las autoridades electorales, a sólo horas de que venza el plazo límite, dijeron funcionarios del partido.
A comienzos de mes, el PT nominó al político como su candidato para las presidenciales de octubre, pero se prevé que el tribunal electoral lo excluya porque la legislación del país margina a candidatos cuya condena se haya ratificado en una apelación, que es la situación de Lula.
El Partido de los Trabajadores inscribe la candidatura presidencial de Lula da Silva, condenado y preso por corrupción https://t.co/62lI4ECkx7 pic.twitter.com/pryazEs8pw
— Infobae América (@InfobaeAmerica) 15 de agosto de 2018
El exmandatario está en prisión desde abril, pero aún lidera todas las encuestas electorales.
Lula da Silva afirmó que aunque se encuentre en prisión se postulará como candidato a la Presidencia de #Brasil https://t.co/MNXwiG4dgs
Desde el pasado 7 abril Lula cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por presunta corrupción sin pruebas que sustenten dicho delito. pic.twitter.com/SqCLG62VRE
— teleSUR TV (@teleSURtv) 15 de agosto de 2018
El PT echará mano de todos los recursos disponibles para retrasar cualquier decisión final sobre el registro de Lula, y decir que él es su único candidato. Fuentes dijeron que el exaalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, tomaría el lugar de Lula en los comicios si su inscripción no tiene éxito.
Lula gobernó Brasil durante dos períodos entre 2003 y 2011 y dejó el cargo con un índice de aprobación récord del 87 por ciento gracias a una economía floreciente y programas sociales que sacaron a millones de brasileños de la pobreza.
Pero su popularidad se vio afectada por acusaciones de corrupción y escándalos en los que se vio implicado su partido. El PT fue dejó el poder en 2016 cuando se destituyó a la sucesora de Lula, Dilma Rousseff, tras acusaciones de violar las leyes de presupuesto del país.
Aún así, las encuestas muestran que cerca de un tercio de los brasileños votaría por Lula si se le permite competir, casi el doble de su rival más cercano, el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, y muchos de sus seguidores votarán por quien lo reemplace en la carrera.