El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, afirmó este lunes durante una visita sorpresa a Kabul que su país no puede sentarse a negociar con los talibanes para “resolver” el conflicto “desde el exterior”, sino que el proceso de paz debe ser liderado por los afganos.
“No podemos dirigir las negociaciones de paz, no podemos resolverlo desde el exterior, esto será resuelto por el pueblo afgano”, afirmó durante una conferencia de prensa en la capital de Afganistán, en su primera visita oficial como secretario de Estado.
“El proceso de paz estará dirigido por los afganos” y los talibanes solo podrán unirse a él si “renuncian” al terrorismo y abandonan sus vínculos con organizaciones extremistas como Al Qaeda, añadió.
Pompeo subrayó que la nueva estrategia para Afganistán presentada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en agosto del año pasado ha enviado “un mensaje claro” a los insurgentes de que no pueden ganar en el campo de batalla.
“Muchos talibanes” se han dado ahora cuenta de que no podrán obtener una victoria militar, dijo, en referencia a la nueva política de Trump que incluía el aumento de tropas hasta los 14 mil soldados, unos 3 mil efectivos más, y una postura dura hacia Pakistán, al que acusa de dar cobijo a terroristas en su territorio.
El secretario de Estado instó a los países vecinos a apoyar el proceso de paz en Afganistán y las próximas elecciones parlamentarias, previstas el 20 de octubre.
Durante la conferencia de prensa, Gani afirmó que la “absoluta mayoría” de los afganos cree que es necesario establecer la paz en el país, aunque el “proceso de paz es muy complicado” y necesitará “esfuerzos extraordinarios, paciencia y valor”.
“Es poco realista que esperemos resolver una crisis de cuarenta años en un día”, sentenció Gani.
La visita de Pompeo tuvo lugar casi una semana después de que finalizase el alto el fuego a las operaciones ofensivas del Gobierno afgano, un paso sin precedentes en un país inmerso en un sangriento conflicto desde hace décadas.
Los talibanes respondieron con una breve tregua unilateral de tres días con motivo del Eid al-Fitr, festividad que marca el fin de Ramadán.